El miércoles recién pasado, un juez federal libró una orden de aprehensión contra Guzmán con fines de extradición, pero ese mismo día sus abogados presentaron un recurso para proteger a su cliente de esa decisión.
Este viernes, el juzgado quinto de distrito en materia penal concedió a la defensa de Guzmán una “suspensión” de la captura con fines de extradición, señala una lista pública de acuerdos del Poder Judicial.
Esto significa que un juez debe revisar la legalidad de la orden de captura en el marco de un prolongado proceso judicial y decidir si la orden de extradición procede o no, explicó una fuente judicial a la AFP.
Guzmán se encuentra prófugo desde la noche del 11 de julio recién pasado, cuando realizó una espectacular fuga del penal de máxima seguridad El Altiplano, localizado a 90 km de la capital, a través de un túnel de 1.5 km de largo.
La fuga de Guzmán fue un duro golpe para el gobierno mexicano, que ahora ofrece 3,8 millones de dólares por su recaptura.
El capo, de 58 años, había sido detenido en febrero de 2014 luego de que en enero de 2001 se fugó de otro penal de máxima seguridad en Jalisco (oeste).
Tras su última detención, Estados Unidos solicitó la extradición de Guzmán, pero el gobierno mexicano recalcó que antes de ser extraditado tenía que cumplir condena en su país y el propio presidente Enrique Peña Nieto aseguró que estaría bien vigilado.
Sin embargo, ahora la fiscalía general mexicana considera que la solicitud de Estados Unidos “viene perfectamente integrada” y por ello pidió a un juez federal iniciar el proceso de extradición.
La agencia federal antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), que contribuyó con información de inteligencia para capturar a Guzmán en 2014, y autoridades de otros países colaboran en la búsqueda del narcotraficante, que erigió un imperio de tráfico de drogas en América, Asia y Europa.
Autoridades estadounidenses sospechan que las agrestes colinas del llamado Triángulo Dorado -en los límites de los estados mexicanos de Chihuahua, Durango y Sinaloa, al norte- sirven de escondite a Guzmán.