En una entrevista que dio el domingo último por la tarde conjuntamente a The Associated Press y al Minneapolis Star Tribune, y que según sus asesores será la única que conceda, Palmer aseguró nuevamente que él actuó legalmente y que le impactó enterarse después que había matado a uno de los animales más atesorados de Zimbabue.
“Si hubiera sabido que este león tenía un nombre y que era importante para el país o para un estudio, obviamente no lo hubiera cazado”, agregó Palmer. “Nadie en nuestro grupo de caza supo antes o después el nombre de este león”.
Cecil vivía en el vasto Parque Nacional Hwange y tenía un collar con localizador GPS, por ser parte de una investigación de la Universidad Oxford.
Palmer dijo que le disparó al enorme felino de melena negra usando una ballesta fuera del parque, pero el animal no murió de inmediato.
Cecil era el león más querido de Zimbabue y fue asesiando por Palmer dentro de un parque nacional de ese país.
Puso en duda las aseveraciones de los conservacionistas de que el león herido merodeó unas 40 horas antes de ser muerto con un arma, asegurando que fue localizado al día siguiente y asesinado con una ballesta.
Palmer, un deportista ávido, eludió varias preguntas sobre la cacería, entre ellas cuánto pagó por ella. No permitió que se le tomaran fotos ni video durante la entrevista, la cual duró 25 minutos.
Palmer observaba atentamente a los entrevistadores, frecuentemente jugaba con sus manos y ocasionalmente volteaba a ver a un asesor, Joe Friedberg, para responder a preguntas sobre la caída y su situación legal.
Algunas autoridades en Zimbabue han pedido que Palmer sea extraditado, pero hasta ahora no se sabe de acciones que busquen que el dentista regrese a esa nación africana.
Friedberg, un abogado de Minneapolis que asegura ser asesor gratuito de Palmer, asegura que no ha tenido noticias de las investigaciones internas o internacionales desde comienzos de agosto.
“No soy abogado de Walter en este caso porque no necesita uno”, agregó Friedberg. Después de que se dio a conocer en julio que Palmer había cazado a Cecil, su consultorio en Bloomington y su casa en Eden Prairie se volvieron lugares de protesta, mientras que su casa de descanso en Florida fue vandalizada.
Palmer ha sido atacado en redes sociales. Algunos mensajes incluso han insinuado actos de violencia contra él. El dentista dice que está “desconsolado” por afectar al personal en su clínica, la cual cerró semanas y abrió a finales de agosto sin él dando consulta. Agregó que ha sido especialmente duro para su hija adulta y su esposa, quienes se sienten amenazadas.