Los incendios forestales que arrasan el sureste de Australia están lejos de controlarse, pese a que la lluvia dio una tregua a los exhaustos bomberos y habitantes locales, mientras el primer ministro, Scott Morrison, admitió el domingo (12.01.2020) que pudo haber errores en la atención gubernamental del desastre.
DEUTSCHE WELLE
Incendios siguen arrasando el sureste de Australia
Al reaccionar a las críticas, el primer ministro Scott Morrison admitió que la crisis pudo manejarse mejor.
Tras una catastrófica noche en la que varios fuegos se fusionaron para convertirse en megaincendios en los estados de Nueva Gales del sur y de Victoria, las temperaturas declinaron y las lluvias del sábado trajeron algo de alivio a las regiones afectadas.
Se espera que estas mejoras de las condiciones meteorológicas duren una semana, lo que dará a los bomberos más posibilidades para controlar los incendios.
Promete investigación sobre errores
“Hay cosas que se podrían haber manejado mucho mejor sobre el terreno”, dijo Morrison en una entrevista con la cadena pública de televisión ABC donde anunció además que se pondrá en marcha una investigación pública sobre la respuesta a los incendios.
La disculpa del cuestionado primer ministro llega después de que el viernes miles de personas se manifestaron en varias ciudades de Australia para pedir su dimisión además de exigir al gobierno más medios contra el cambio climático y para luchar contra los incendios forestales, que ya han dejado 28 muertos y miles de casas calcinadas.
El primer ministro conservador fue muy cuestionado por irse de vacaciones sin avisar a Hawaii (EE.UU.) en plena crisis antes de Navidad, y durante sus visitas a las zonas afectadas ha visto de primera mano el rechazo de algunos vecinos que se han negado a darle la mano e incluso le han insultado.
En relación a sus políticas para afrontar los efectos de la crisis climática, Morrison dijo que “el gobierno continuará con sus esfuerzos para alcanzar los objetivos” de reducción de emisiones, sin precisar más.
La temporada de incendios, particularmente precoz y virulenta, ha causado ya 26 muertos en Australia, reducido a cenizas una superficie equivalente 10 millones de hectáreas, una superficie similar a la de Portugal o Corea del sur, y destruido más de 2 mil casas.
Mil millones de animales muertos
Expertos de la Universidad de Sidney consideran que la catástrofe ha provocado la muerte de 1 mil millones de animales, cifra que incluye a mamíferos, aves y reptiles.
En el Estado de Victoria, el primer ministro Daniel Andrews llamó a la población a permanecer vigilante, ya que la crisis de los incendios, iniciada en septiembre, “está lejos de haber terminado”.
Un residente local, Mark Bucke, de 49 años, padre de dos hijos, ha afirmado que los últimos diez días “han sido un infierno, especialmente con niños”. “No hemos tenido leche ni pan durante cuatro días”, explicó.
En las últimas horas otro bombero falleció cerca de Omeo, en el estado oriental de Victoria, dijo el Comisionado de Gestión de Emergencias de Victoria, Andrew Crisp. No se dieron a conocer detalles de las circunstancias.
Distintas voces opinan que el gobierno conservador del primer ministro Scott Morrison debe tomar más medidas para contrarrestar el cambio climático. Miles de manifestantes se reunieron el viernes en Sydney y Melbourne, pidiendo que Morrison sea despedido y que Australia tome medidas más duras contra el calentamiento global.