El Tribunal federal de Apelaciones de Atlanta, Georgia, anuló por unanimidad la orden previa de un juez de Florida de nombrar un “maestro especial” para la revisión de los documentos incautados en agosto en su propiedad de Mar-a-Lago, en Palm Beach, lo que evitaba al Departamento de Justicia usarlos en su investigación sobre la actuación de Trump respecto a esos documentos.
El material incautado incluye miles de grabaciones de la Casa Blanca que pertenecen al Archivo Nacional, así como más de 100 documentos clasificados, algunos marcados como de alto secreto.
El nombramiento de un “maestro especial” y las órdenes relacionadas emitidas por un juez de Florida, retrasaron y amenazaron con desactivar la investigación criminal que el departamento de Justicia adelanta contra Trump por la posesión no autorizada de información de defensa nacional bajo la ley sobre espionaje, y por obstrucción de la justicia.
El Tribunal de Apelaciones de Atlanta falló que no hubo nada ilegal en el allanamiento del 8 de agosto en la residencia de Trump, cuando se incautaron los documentos, y que el juez de Florida no tenía jurisdicción para poner límites a su revisión por parte del departamento de Justicia.
“Es realmente extraordinario que se ejecute una orden en la residencia de un expresidente, pero no en un modo que afecte nuestro análisis legal o que de una licencia judicial para interferir en una investigación en marcha“, señala el fallo, que anula las restricciones que podrían haber obstaculizado la investigación por parte del fiscal especial Jack Smith, nombrado el 18 de noviembre para hacerse cargo de las dos mayores investigaciones federales contra el exmandatario.
La otra investigación busca determinar el papel jugado por Trump en el asalto al Capitolio por parte de sus partidarios el 6 de enero de 2021 para evitar la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales.