Corresponsales en Damasco reportaron que poco antes del amanecer comenzaron a escucharse las explosiones alrededor de la capital siria, estallidos que se extendieron por 45 minutos y que se mezclaron con el rugido de los aviones de combate.
Al inicio del día era posible ver columnas de humo elevándose al norte y al este de la capital siria, reportaron los periodistas.
En tanto, el presidente ruso Vladimir Putin denunció los ataques occidentales contra su aliado, el régimen de Bachar al Asad, pero los militares rusos celebraron la eficacia de la defensa antiaérea siria, que ellos contribuyeron a formar.
“Rusia condena duramente el ataque a Siria, donde militares rusos ayudan al gobierno legítimo a luchar contra el terrorismo”, declaró el presidente Putin en un comunicado divulgado por el Kremlin.
Los ataques occidentales, realizados “sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, en violación de la Carta de Naciones Unidas, de las normas y principios del derecho internacional”, constituyen “un acto de agresión contra un estado soberano”, dijo Putin, quien convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por aparte, los ataques liderados por Estados Unidos no disuadirán a Siria, afirmó este sábado el presidente del país, Bachar al Asad, en una desafiante reacción a la intervención de la madrugada.
“La agresión sólo aumentará la determinación de Siria y del pueblo sirio para seguir luchando y pulverizando al terrorismo en cada rincón del país”, dijo Al Assad, citado por la agencia Sana.
¿Sirvió para algo?
¿Qué efectos tendrá esta intervención? El gobierno sirio se mostró por ahora inquebrantable. Poco después del inicio del ataque, la agencia estatal, Sana, informó de que muchos de los misiles de la “agresión enemiga” fueron interceptados. Los canales gubernamentales emitieron imágenes en las que se ve a ciudadanos saliendo al amanecer a las calles de Damasco para celebrar la resistencia, ondeando banderas.
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La oficina del presidente sirio, Bachar al Assad, difundió un breve video en el que se le ve entrando en el palacio presidencial, con el comentario: “(Buen) Día de la perseverancia”. Y Sana publicó una idílica fotografía del amanecer sobre Damasco. Todo ello para enviar el mensaje de que todo está bien.
Pero el Gobierno sirio también se muestra agresivo en su retórica y habla de un “eje de apoyo del terrorismo” que violó el derecho internacional con su ataque. Ese tono indica que Al Asad y los suyos no tienen pensado cambiar su actitud en el conflicto civil.
Estados Unidos ya atacó al Gobierno sirio hace un año. Tras el ataque químico en la ciudad de Jan Sheijun, que dejó más de 80 muertos, Washington bombardeó el aeropuerto militar de Al Shayrat.
Aquella intervención era un mensaje para Al Asad y los analistas confiaron en que propiciase una nueva dinámica en Siria y pusiese en jaque al Gobierno. Sin embargo, el ataque de 2017 apenas tuvo efecto en la guerra civil siria y los activistas opositores siguieron acusando al Gobierno de ataques químicos.
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