La difusión de esos mensajes en la cuenta de Trump, que tiene cerca de 44 millones de seguidores en la red social, generó polémica a ambos lados del Atlántico, y la oficina de la primera ministra británica, Theresa May, no tardó en reaccionar.
“Los británicos rechazan de forma abrumadora la retórica llena de prejuicios de la extrema derecha, que es la antítesis de los valores que este país representa: la decencia, la tolerancia y el respeto. Es un error que el presidente haya hecho esto”, afirmó un portavoz de Downing Street, el despacho oficial de May.
El portavoz recordó que el partido “Britain First” busca dividir a la sociedad a través del uso de “narrativas del odio que propagan mentiras y avivan las tensiones”.
Según aseguró Downing Street a la BBC, el incidente no altera los planes de una visita de Estado de Trump al Reino Unido, un viaje que se espera para los próximos meses pero que todavía no cuenta con una fecha fijada.
Pese a la reacción de May, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, defendió a Trump y aseguró que el mensaje que quería enviar sigue siendo válido.
“Sea o no un vídeo real (el compartido por Fransen), la amenaza es real. Su objetivo (de Trump) es promover una seguridad fronteriza fuerte y una seguridad nacional fuerte”, dijo Sanders en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.
Sanders celebró que los retuits de Trump hayan permitido “conseguir” que se genere una conversación sobre seguridad fronteriza e inmigración, porque el objetivo del presidente es “promover unas fronteras fuertes” y mantener “el gasto militar”.
El episodio reforzó para muchos la imagen xenófoba de Trump, que ha defendido la prohibición de entrada a Estados Unidos de ciudadanos procedentes de varios países de mayoría musulmana, religión con la que ha sido muy crítico desde la campaña electoral.
El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR), la mayor organización civil de EE. UU. para la defensa de los derechos de los musulmanes, condenó duramente los retuits de Trump.
“Con sus acciones irresponsables e inadmisibles esta mañana, el presidente Trump está claramente diciéndoles a los miembros de su base electoral que deberían odiar al Islam y a los musulmanes”, dijo en un comunicado el director ejecutivo nacional de CAIR, Nihad Awad.
También condenaron los mensajes algunos legisladores demócratas, como la senadora Kamala Harris, quien denunció en Twitter que Trump difundiera “teorías de la conspiración antimusulmanas que incitan al odio y promueven la intolerancia”.
Los mensajes de Trump podrían dar munición a los opositores del veto migratorio que Trump promulgó en marzo para prohibir temporalmente la entrada a EE. UU. de refugiados y nacionales de seis países de mayoría musulmana, dado que el Tribunal Supremo estadounidense está evaluando la legalidad de esa medida.
“¡Gracias! Nos vemos la semana que viene en el tribunal”, tuiteó Neal Katyal, uno de los abogados que se oponen al veto y que han argumentado que los comentarios de Trump contra los musulmanes dejan clara la intención discriminatoria de su medida migratoria y la convierten, por tanto, en anticonstitucional.