“Previendo un año 2020 muy cargado, el presidente aprovechó un fin de semana calmo para emprender su visita médica anual a Walter Reed”, dijo su portavoz, Stephanie Grisham.
Su revisión del sábado consistió en “un rápido examen y muestras de laboratorio”, señaló la vocera.
“El presidente se mantiene saludable y enérgico, sin quejas, como lo demuestran sus repetidas actuaciones plenas de energía frente a miles de estadounidenses varias veces a la semana”, agregó.
Tras la revisión de comienzos de año, Sean Conley, médico de la Casa Blanca, anunció que Trump medía 1m90, pesaba 110kg y que su estado general de salud era “muy bueno”.
En 2018, Ronny Jackson, que por entonces era el médico de la Casa Blanca, había anunciado en una conferencia de prensa sorpresiva que el magnate republicano tenía “genes increíblemente buenos”.
“Está apto para ejercer sus funciones. Creo que lo seguirá estando hasta el fin de su mandato e incluso hasta el fin de otro mandato si es reelecto”, señaló, apartándose de la reserva habitual de los médicos militares.
Trump busca la reelección para un segundo mandato de cuatro años en los comicios generales de noviembre de 2020.
Además, estos días se han efectuado audiencias públicas que buscan determinar si el presidente abusó de su cargo para su beneficio político personal al supuestamente pedir un “favor” a Ucrania para investigar a rivales políticos.
La investigación amenaza con convertir a Trump en el tercer presidente de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1998. Para que el mandatario sea destituido, tendría que ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.
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