El viento fuerte provocó que el militar perdiera esa parte de su uniforme, pero no hizo ningún amague por recogerlo sino que mantuvo la guardia, así que Trump lo auxilió y también aplaudió su disciplina.
En el primer intento por devolver el gorro al militar, Trump se lo colocó de nuevo, pero el viento hizo que este cayera otra vez, el mandatario entonces lo volvió a levantar y lo entregó a un superior.
El suceso, según se informó, ocurrió en la Base de la Fuerza Aérea de Andrews, en Maryland, desde donde el mandatario estadounidense se trasladó a la Casa Blanca después de participar en la cumbre del G20.