En IMSS, la mayor institución de seguridad pública de México, aclaró que la vacuna fue aplicada a 52 niños, de los cuales 32 presentaron reacciones adversas.
Los bebés fueron vacunados contra contra la Tuberculosis y Hepatitis B como parte de un programa de enfermedades prevenibles.
El gobierno de Chiapas había informado más temprano que el número de niños afectados era de 37 y que uno de ellos se encuentra en estado grave.
De acuerdo con la organización católica Pueblo Creyente, una niña de 30 días y un niño de 28 días murieron luego de que un médico del IMSS llegó a la comunidad de indígenas tzotziles La Pimienta, en el municipio de Simojovel, para aplicar la vacuna a los menores.
Seis de los intoxicados fueron trasladados durante la madrugada a un hospital de Tuxtla Gutiérrez, en la capital estatal a unos 120 km de distancia, y el resto serán llevados paulatinamente a ese centro la mañana de domingo, indicó el comunicado del gobierno de Chiapas.
El Ombudsman nacional (Defensor del Pueblo) , Luis González, inició de su lado una investigación de oficio y envió visitadores a las comunidades La Pimienta, San José y San Antonio, de donde son los bebés afectados, así como a los hospitales en los que están internados.
Muchas comunidades indígenas de Chiapas, uno de los estados más pobres del país, están alejadas de las ciudades y carecen de servicios de salud.
Médicos de seguridad pública realizan brigadas para llevar las vacunas básicas a estas poblaciones.