Era la tercera vez que pedía ayuda en unas semanas desde que él la amenazó con suicidarse y le dijo “Te veré en el cielo”.
Unos 40 segundos de iniciada la llamada del domingo, una voz gritó: “¡él tiene una pistola!”. Durante los siguientes minutos, el operador trató de que Reynoso le contestara. Los agentes llegaron como un minuto después, dijo el sheriff. Para entonces, ella y sus hijos estaban muertos.
Jorge Chávez, de 25 años, entró a la casa de West Columbia por la parte trasera. Mató a Reynoso, de 26 años, disparándole varias veces en el pecho, dijo la médico forense del condado de Lexington Margaret Fisher en un comunicado el martes por la noche.
Antes de suicidarse con un tiro en la cabeza, mató de un disparo en la espalda al hijo de ambos —de tres años— e hizo lo propio con su otra niña de un año con un tiro en el pecho, agregó la forense.
Durante más de una década, Carolina del Sur ha tenido unos de los índices más altos de muertes por violencia doméstica en el país. Las muertes del domingo son parte de un patrón perturbador de amenazas y visitas indeseadas.
Reynoso y Chávez rompieron en octubre después de estar juntos durante cinco años.
La primera vez que ella llamó al 911 por su exnovio fue el 14 de noviembre, cuando dijo a agentes del condado de Lexington que Chávez la amenazó con suicidarse, le mostró una soga que tenía en el asiento del pasajero y dijo “Ya no puedo seguir haciendo esto. Te veré en el cielo”, antes de irse manejando, de acuerdo con un reporte policial.
Chávez regresó sin anunciarse el 12 de diciembre, después de que Reynoso aceptó que viera a sus hijos. Él tocó la ventana de su cuarto, pidiéndole que le dejara entrar para hablar. Ella se negó, indicó un reporte policial.
El arma que usó Chavéz fue reportada como robada en el pueblo de Clinton hace varios años. Los agentes no están seguros de cómo fue que Chávez obtuvo el arma, dijo el sheriff del condado de Lexington Jay Koon en un comunicado.