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Ecuador: Tres rescatados tras más de un día entre escombros

Tres personas fueron rescatadas el lunes en la ciudad ecuatoriana de Manta después de permanecer más de 32 horas atrapadas entre el techo y el piso de un centro comercial que se desplomó tras un potente sismo de 7,8 grados de magnitud que afectó al centro de la costa ecuatoriana.

Un bombero peruano intenta escuchar una presunta persona atrapada en los escombros en la localidad de Manta. (Foto Prensa Libre: EFE).

Un bombero peruano intenta escuchar una presunta persona atrapada en los escombros en la localidad de Manta. (Foto Prensa Libre: EFE).

El rescate fue obra de los bomberos de Quito, que hicieron cortes tanto en la pared como en la trama metálica que soportaba la construcción y abrieron un triángulo de unos 70 centímetros por un lado. De allí extrajeron a una mujer de cabeza.

Los rescatistas aplaudían mientras ella lucía desorientada, cubierta de polvo y se quejaba de sus heridas.

Más tarde lograron sacar a otra mujer con su rostro contraído por el dolor y finalmente a un hombre joven. Los tres fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos.

“Depende de la situación, pero una persona sin heridas puede sobrevivir hasta siete días en medio de los escombros”, dijo el director del servicio de emergencias de Quito, Christian Rivera, a The Associated Press. “Luego de eso, el proceso de deterioro es muy rápido hasta llegar al desmayo y el trabajo de los rescatistas se vuelve muy difícil”.

24 horas pasaron las tres personas atrapadas en los escombros.
2,000 heridos se calcula que dejó el terremoto.


“Durante toda la noche hemos continuado las tareas de búsqueda y rescate y de evacuación de las personas que han quedado atrapadas”, agregó el director de emergencias. “Nuestros rescatistas han podido constatar que en Pedernales y en Jama hay gente bajo los escombros, están haciendo todo los posible para buscar sacarlos con vida”.

Pero hay buenas razones para creer que se encuentren sobrevivientes en las próximas horas pues unos 450 rescatistas llegaron de España, Perú, Cuba, Bolivia, Venezuela. Estados Unidos también ofreció ayuda pero el Presidente Rafael Correa, crítico de las políticas norteamericanas, no ha dicho públicamente si la va a aceptar.

Al arribar a Manta, el presidente dijo que la prioridad era el rescate de víctimas.

El ministro de Finanzas, Fausto Herrera, dijo que para enfrentar las secuelas del terremoto, Ecuador cuenta con líneas de crédito por 600 millones de dólares que suscribió con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina.

“He pedido un primer desembolso esta semana de 160 millones de dólares para comenzar los pagos de los gastos que demanden las emergencias esta semana”, destacó.

Añadió que además se busca una reprogramación del programa económico del gobierno y se verifican cuáles otras medidas pueden ser adoptadas.

La noche del sábado el fuerte terremoto sacudió la costa central de Ecuador. El sismo de 7,8 grados de magnitud fue el más fuerte registrado en Ecuador desde 1979 y tuvo lugar en zonas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros de Quito.

Casi todas las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes han sido afectadas, pero las que más destrucción registran son Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.

“Tenemos lamentablemente que informar que tenemos 350 personas fallecidas”, dijo en la mañana el ministro de Seguridad, César Navas. La agencia oficial de noticias Andes también informa de 2.527 heridos.

De a poco se han incorporado a las tareas de rescate alrededor de 450 rescatistas provenientes del exterior.

En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.

“Muchos edificios se derrumban por mala construcción, nadie quiere evadir responsabilidades, pero eso es responsabilidad de los gobiernos locales”, dijo el presidente Correa. “De esta dolorosísima experiencia ojalá saquemos lecciones para el futuro. Debemos ser mucho más rigurosos en las normas de construcción”.

En general, las construcciones locales son responsabilidad de municipios o juntas parroquiales.

“Hay muchos muertos y enfermos”, dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en referencia a Pedernales. “Queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado”.

Destacó que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de las carreteras que han sido destruidas. “La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas”, añadió.

El presidente Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado.

En declaraciones a periodistas Correa aseveró que Portoviejo “está sumamente destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama, Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción”.

En Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del casco comercial y bancario colapsaron mientras que en la turística ciudad de Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.

Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.

El ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.

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