Dos bombarderos B-1B del territorio estadounidense de la isla de Guam, en el Pacífico, y dos cazas furtivos F-35B de los marines de la base de Iwakuni, en Japón, participaron en el ejercicio, junto a cuatro cazas surcoreanos.
Las maniobras se llevaron a cabo en la provincia de Gangwon, a 150 km al sur de la zona desmilitarizada (DMZ), fronteriza entre las dos Coreas.
Los vuelos de B-1B sobre la península desatan la ira de Pionyang, que los mencionó cuando anunció su proyecto de disparar cuatro misiles cerca de Guam.
La amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de lanzar “el fuego y la ira” contra Pionyang, y el disparo del misil norcoreano que sobrevoló el norte de Japón han provocado una nueva escalada de tensión en la región.
Pese a las unánimes críticas mundiales, Corea del Norte sigue desarrollando imperturbable sus programas militares, como lo demuestra su último disparo de un misil que sobrevoló en esta semana Japón.
Ello ha provocado desde hace años enfrentamientos entre Pionyang y Washington, pero la situación se agrava actualmente tras la llegada de un presidente muy poco ortodoxo a la Casa Blanca.