“La paciencia de todo el mundo con Rusia se ha agotado”, dijo Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca. “Lo que está claro es que Estados Unidos y Rusia no tienen nada más de lo que hablar”, añadió.
Moscú “lamenta esta decisión de Washington”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, indicaron las agencias de prensa rusas.
Por otra parte, Estados Unidos anunció que este lunes había realizado un ataque aéreo cerca de Idleb (noroeste de Siria) contra un “prominente” miembro de Al Qaida, aunque no confirmó ni su muerte ni su identidad.
Sin embargo, el Frente Fateh al Sham (la antigua rama siria de Al Qaida, el Frente al Nusra) anunció en un comunicado en su cuenta de Telegram que uno de sus responsables, “Ahmed Salama conocido como Abu Faraj el egipcio (…) cayó como mártir tras un ataque aéreo de la coalición internacional en el oeste de la provincia de Idleb”.
Moscú acusa a Washington de intentar proteger a los yihadistas de Fateh al Sham.
A pesar de la suspensión de las negociaciones, Estados Unidos y Rusia seguirán intercambiando información para evitar un incidente entre sus aviones en cielo sirio, según el Departamento de Estado y el Pentágono.
En el sector rebelde de Alepo, el mayor hospital fue completamente destruido este lunes por bombardeos.
Moscú se congratuló por la “gran eficacia” de sus bombardeos, pero negó haber atacado hospitales o escuelas, a pesar de las acusaciones de los occidentales.
“Las acusaciones de que Rusia bombardeó instalaciones médicas, hospitales o escuelas no tienen ningún fundamento”, indicó un viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Guennadi Gatilov, considerando que la intervención de las fuerzas aéreas rusas ayudó a “evitar un caos absoluto” en Siria.
Temor por el persona
“El hospital fue blanco directo de los ataques aéreos”, informó a la AFP el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
“El hospital M10, el más grande del este de Alepo, (…) fue destruido y quedó fuera de servicio de forma permanente”, tuiteó por su parte Adham Sahlul, de SAMS (Syrian American Medical Society), una ONG médica que apoya al hospital.
“Tememos que el edificio se derrumbe sobre la parte subterránea del hospital (…) Tememos por el personal”, añadió Sahlul.
Según la SAMS, el bombardeo causó tres muertos entre el personal de mantenimiento del centro médico.
El OSDH no pudo confirmar si los responsables de los ataques fueron aviones del régimen o de su aliado ruso, que llevan a cabo una campaña de ataques aéreos sin descanso en el sector rebelde de Alepo.
Desde su inicio, el 22 de septiembre, esta campaña militar permitió a las fuerzas progubernamentales arrebatar terrenos a los rebeldes en el centro y el norte de Alepo, y dejaron al menos 220 muertos, según el OSDH.
Alepo, dividida desde 2012 entre el sector oeste, controlado por el régimen, y barrios del este en manos de los rebeldes, se ha convertido en el principal frente del conflicto sirio, que ha dejado más de 300.000 muertos en cinco años.
Unas 250.000 personas, 100.000 de ellas niños, viven en los barrios del este, sitiados por el régimen, según la ONU.
¿Un nuevo Alepo?
Los rebeldes también perdían terreno en la provincia de Damasco, donde la ciudad rebelde de Duma fue blanco de intensos ataques, y sus habitantes temían correr la misma suerte que en Alepo.
Estos bombardeos forman parte de una ofensiva gubernamental lanzada hace cinco meses y que fue comiendo terreno a la rebelión.
Las fuerzas leales al régimen de Bashar al Asad se sitúan ahora a tres kilómetros al este de Duma.
En el centro del país, el grupo yihadista Estado Islámico reivindicó atentados suicidas en la localidad de Hama, bajo control del régimen, que dejaron al menos 10 muertos.
En el plano diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU está considerando un borrador para una resolución que imponga un cese al fuego en Alepo y termine con los vuelos militares sobre esta ciudad siria azotada por la guerra.
El texto del borrador redactado por Francia, del que la AFP obtuvo el lunes una copia, circuló durante el fin de semana entre los integrantes del Consejo de Seguridad y podría ser votado esta semana, dijeron diplomáticos.
La medida fue el último intento para presionar a Rusia y a su aliado sirio para detener la campaña aérea sobre Alepo, que ha provocado indignación internacional, especialmente por los bombardeos sobre hospitales.
La guerra en Siria ha dejado 300 mil muertos y 12 millones de personas han tenido que salir de sus hogares, lo que representa la mitad de la población del país.
Alepo ha estado bajo ataques aéreos con bombardeos diarios desde que la armada siria anuncio el 22 de septiembre una ofensiva para retomar la zona este de la ciudad tomada por los rebeldes.
El texto, hecho en conjunto con España, contiene amenazas para tomar “nuevas medidas” si las partes no cumplen, pero no invoca el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que incluye sanciones y el uso de la fuerza militar.
“Es nuestra responsabilidad hacer todo lo humanamente posible” por tratar de unir al consejo en un esfuerzo “para terminar con el martirio de Alepo”, dijo a la AFP el embajador francés Francois Delattre.
El texto llama al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a presentar de manera rápida opciones para tener un mecanismo de monitoreo del cese al fuego con la ayuda de 23 países que están respaldando el proceso de paz en Siria.
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Video que muestra los bombardeos de la aviación rusa sobre Aleppo