Durante una conferencia que ofreció en el Wilson Center la diplomática dijo que su mayor preocupación sobre América Central es el estado de sus instituciones. “¿Cuán fuerte son las instituciones de gobierno? ¿Pueden brindar servicios? ¿Son transparentes? ¿Son resistentes ante esas amenazas?” se preguntó Jacobson. “Creo que en este momento la respuesta es que no. Todavía no”, agregó.
Al presentar en febrero su proyecto presupuestario, la Casa Blanca precisó que la solicitud incluirá US$400 millones para promover el comercio y la generación de empleos, US$300 millones para combatir el crimen organizado y el resto para el fortalecimiento de las instituciones centroamericanas principalmente en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Además, subrayó la necesidad de que Estados Unidos aborde las causas del problema, que captó la atención de la opinión pública norteamericana cuando decenas de miles de menores centroamericanos llegaron el año pasado a la frontera estadounidense sin documentos ni acompañantes adultos, huyendo de la pobreza y la violencia causada por las pandillas.
Al presentar en febrero su proyecto presupuestario, la Casa Blanca precisó que la solicitud incluirá US$400 millones para promover el comercio y la generación de empleos, US$300 millones para combatir el crimen organizado y el resto para el fortalecimiento de las instituciones centroamericanas principalmente en Guatemala, Honduras y El Salvador.
Los líderes de los tres países centroamericanos calculan que un plan integral tendría un costo de US$5 mil millones a cinco años a partir de 2016. La solicitud de fondos para América Central es casi la mitad de los mil 900 millones de dólares que el gobierno estadounidense pidió en febrero al Congreso para América Latina durante el año fiscal 2016.
Congresistas de ambos partidos han pedido al gobierno estadounidense más información sobre el compromiso de los gobiernos centroamericanos a adoptar reformas antes de considerar la solicitud.
Jacobson expresó también que le gustaría ver a las organizaciones latinas en Estados Unidos apoyando de manera organizada a la solicitud de fondos para América Central. “Sería enormemente poderoso y no lo he visto aún porque creo que las comunidades se han concentrado principalmente en reforma migratoria y otros temas nacionales”, indicó.