Sharma explicó que se recomienda a los visitantes que “no salgan de noche en pequeñas ciudades, no vistan faldas y que hagan una foto de la matrícula del vehículo que usen y se la manden a un amigo”.
Tras ser preguntado por los periodistas en la misma rueda de prensa, el ministro matizó sus palabras e indicó que su intención no era decir a las visitantes qué vestir, si no indicarles que en la India hay diferentes credos religiosos.
“Respetar lugares de culto; si vas a ciertos lugares de culto te cubres la cabeza, en otros te quitas los zapatos, eso es lo que he dicho”, dijo.
Las palabras de Sharma encontraron rápida réplica en el alcalde de Delhi y líder opositor, Arvind Kejriwal, que afirmó en Twitter que “las mujeres tenían más libertad de vestir las ropas de su elección en la época de los vedas (textos sagrados indios supuestamente escritos hace más de tres mil años) que en los tiempos de (l gobierno de Narendra) Modi”.
No es la primera vez que Sharma se ve envuelto en la polémica por sus palabras.
Hace poco indicó que habían renombrado una calle en Delhi en honor al expresidente indio APJ Abdul Kalam, fallecido el año pasado, al que definió como “un humanista y un nacionalista a pesar de ser musulmán”.
También el año pasado generó controversia después de que un grupo de extremistas hinduistas asesinaran a un musulmán por supuestamente tener carne de vaca en casa y le dieran una paliza a uno de sus hijos.
Según Sharma, que dirige la clínica a la que fue llevado el hijo del hombre asesinado, los asaltantes no tenían intención de linchar a nadie sino que todo fue un “accidente”.
Sharma dijo que el agredido no tenía “una sola fractura en su cuerpo salvo una herida que fue ocasionada por un golpe con un palo. Le había pegado un gamberro, pero eso significa que la intención no era linchar”, señaló entonces.
Hace apenas unos días, medios locales difundieron un vídeo en el que supuestos miembros de su equipo de seguridad golpeaban a un guardia por supuestamente detener el vehículo del ministro. Sharma entonces lamentó los hechos asegurando que en ese momento él no se encontraba en el coche.
La sociedad india se encuentra muy sensibilizada hacia las agresiones a mujeres, sobre todo desde que en diciembre de 2012 una joven estudiante fue violada en grupo en Nueva Delhi en un autobús en marcha, falleciendo días después a causa de las heridas, lo que desencadenó una ola de protestas sin precedentes en el país.