Francisco hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa a bordo del avión papal que le traía de regreso de su visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay.
El regalo de Morales al papa, una cruz con forma de hoz y martillo que había diseñado el jesuita Luis Espinal, generó polémica entre aquellos que lo consideraron un insulto o algo ofensivo contra la religión.
Francisco indicó que no sabía que el padre Espinal era también escultor y poeta y calificó el objeto de “arte de protesta”.
Puso como ejemplo de este tipo de arte una escultura que vio en Buenos Aires y que representaba a un Cristo sobre un bombardero y que quería servir de crítica para “un cristianismo aliado con el imperialismo que bombardea”.
Reconoció que el arte de protesta, “en algunos casos, puede ser ofensivo”, pero que esta vez no lo fue y que se ha llevado consigo el regalo que le hizo Morales.
Francisco explicó que el padre Espinal era uno de los exponentes de la Teología de la Liberación, en la que una de sus muchas ramas “proponía el análisis marxista de la realidad”.
Recordó cómo en varios informes, también de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se criticó esa visión marxista y en otro documento posterior este dicasterio (ministerio vaticano) acogió sus perspectivas más cristianas (como la opción de la Iglesia por los pobres).
Durante su visita a Bolivia, el papa quiso detenerse en el lugar donde se encontró muerto a este jesuita español.
Francisco relató que Espinal era un entusiasta “de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo” y de esto “surgió esta obra, de genero de protesta”.
“Era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba, tenía buena fe. Haciendo una hermeneútica como esta lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica”, añadió.
Aclaró que donó a la Virgen de Copacabana , patrona de Bolivia, las dos condecoraciones que le entregó Evo Morales, ya que, aunque el presidente lo hizo con buena voluntad, él “no recibe condecoraciones”.
“En cambio el Cristo lo traigo conmigo”, concluyó.