“Deseo que se organicen de manera extendida y concertada los corredores humanitarios para los migrantes más necesitados”, añadió.
El papa argentino, que hizo de la defensa de los migrantes uno de los principales ejes de su pontificado, también llamó a los fieles a “rezar por las pobres personas indefensas muertas o heridas el martes en el ataque aéreo contra un centro de detención de migrantes en Libia”.
Unos 300 migrantes siguen detenidos en este centro de Tajura, en la periferia este de la capital, Trípoli, después de la muerte de medio centenar de migrantes en el bombardeo del martes por la noche, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La situación de estas personas se ha vuelto más crítica desde el inicio de la ofensiva militar el 4 de abril del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este libio, para conquistar Trípoli, sede del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), reconocido por la ONU.
El GNA atribuye el ataque en Tajura a las fuerzas de Haftar, que desmienten cualquier implicación y acusan al GNA de “fomentar un complot” para responsabilizarles de la masacre.
El centro de detención acogía a unos 600 migrantes, en su mayoría eritreos y sudaneses.