El Pontífice improvisó esas palabras al dirigirse a los fieles brasileños que asistían a la audiencia.
“Que la cercanía de Nuestra Señora de Aparecida (patrona de Brasil), que como una buena madre no abandona nunca a sus hijos, sea defensa y guía en el camino”, agregó.
El pedido del Papa, que sigue con particular atención la situación de los países de América Latina, fue lanzado el mismo día en el que Senado de Brasil se dispone a suspender a la presidenta Dilma Rousseff para someterla a un juicio político por maquillaje de las cuentas públicas, en la que podría ser la última jornada de su mandato.