“Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén”, dijo en 2011 la reina, poco inclinada a las muestras de cariño en público.
En la actualidad, seguía vinculado a 780 fundaciones, según el comunicado del palacio de Buckingham.
El anuncio pone fin a una noche de especulaciones sobre la salud de la pareja real, iniciada con la noticia de que todo el personal de Isabel II había sido convocado de urgencia al palacio de Bunckingham para un anuncio de urgencia.
El descubridor de placas más experimentado
La primera ministra Theresa May expresó su “más profunda gratitud” al príncipe.
“En nombre de todo el país, quiero expresar nuestra más profunda gratitud y buenos deseos a su alteza real el duque de Edimburgo”, afirmó May.
“Desde su firme apoyo” a la reina, “a sus inspiradores Premios Duque de Edimburgo, y al patronazgo de cientos de organizaciones caritativas y buenas causas, su contribución a nuestro Reino Unido, la Commonwealth y al mundo en general, nos beneficiarán a todos durante años”.
El miércoles, un día antes del anuncio, inauguró una nueva grada en el histórico estadio Lords de críquet de Londres presentándose como el “descubridor de placas más experimentado del mundo”, haciendo gala de una socarronería legendaria.
Tataranieto de la reina Victoria como la propia Isabel, y de ascendencia alemana, el duque nació el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfú, como príncipe de Grecia y de Dinamarca, quinto hijo y único varón de la princesa Alicia de Battenberg y del príncipe Andrés de Grecia.
“Creo que ya he cumplido con mi parte”, dijo en una entrevista con la BBC en 2011, cuando cumplió 90 años y anunció ya que abandonaba el patronato de algunas fundaciones.
Estás demasiado gordo para volar
Su franqueza no se detuvo nunca ante lo políticamente correcto. En una ocasión, un niño le confesó que quería ser astronauta y el duque le respondió: “Nunca podrás volar, estás demasiado gordo”.
A la activista paquistaní Malala Yousafzai, que estuvo a punto de morir a manos de los talibanes por defender que las niñas fueran escolarizadas, le espetó que “los padres envían a los niños a la escuela porque no los quieren en casa”.
Cuando se le preguntó si le gustaría visitar la Unión Soviética, dijo: “Me encantaría visitar Rusia, aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia” (en alusión a la suerte de los Romanov).
A un profesor de conducción escocés de Oban, le preguntó, explotando el tópico de la afición al alcohol de los escoceses: “Cómo te las arreglas para mantener a los nativos lo suficientemente lejos de la bebida para aprobar el examen?”.