Internacional

Elaboran enorme alfombra para honrar a la Virgen en México

El pueblo de Huamantla mostró su devoción a la Virgen de la Caridad con alfombras multicolores que tiñeron el asfalto de la localidad con hermosos lienzos.

Vista general de los tapetes elaborados por artesanos mexicanos en honor a la Virgen de la Caridad. (Foto Prensa Libre: EFE).

Vista general de los tapetes elaborados por artesanos mexicanos en honor a la Virgen de la Caridad. (Foto Prensa Libre: EFE).

En un recorrido de siete kilómetros desarrollado en la madrugada del domingo al lunes último, la Virgen transitó a hombros de los feligreses sobre los tapetes, elaborados con aserrín, arena y flores por artesanos y vecinos.

Fue al caer la noche del domingo cuando las calles se convirtieron en lienzos para honrar a la Virgen.

Esta tradición, conocida como “La noche que nadie duerme”, es para los huamantlecos y tlaxcaltecas  (de Tlaxcala, el estado donde está Huamantla) “un símbolo de fe”, señaló el sacerdote de la parroquia de la Caridad Víctor Cortés.

Por la cantidad y la magnitud de los tapetes elaborados es considerada entre las máximas expresiones de alfombrismo en el mundo.

Más de 20 mil personas participan en la decoración de un recorrido que es transitado por la Virgen durante ocho horas desde la medianoche.

“Para mí es la fe, y todo lo hacemos con esa fe que queremos plasmar a la Virgen de la Caridad”  indicó Manuel Ruiz Briones, organizador de la elaboración de uno de los tapetes.

Nacido en Huamantla, uno de los 111 Pueblos Mágicos de México, lleva 40 años participando en esta tradición.

Por la cantidad y la magnitud de los tapetes elaborados es considerada entre las máximas expresiones de alfombrismo en el mundo.


Bajo su mando y en colaboración con los vecinos se decoran 700 metros de calle.

Con aserrín de todos los colores, arenas policromadas y flores queda plasmado el trabajo de seis meses en cuestión de minutos.

Laborioso

Todo comienza con la elección de las figuras y formas que se quieren representar; de ahí se deben elaborar los moldes, a base de cartón y con un marco de madera.

En total se llegan a emplear unos 500 moldes ya que cada calle utiliza en promedio más de cinco.

Sobre moldes de cartón con motivos florales y ornamentales las manos mágicas de los artesanos vierten el aserrín y la arena de colores llenando de vida las calles centrales de esta ciudad, en una tradición que cumple tres cuartos de siglo.

Cada calle es una obra de arte diferente y su ornamentación es responsabilidad de una comisión.

Manuel quiso reflejar este año la identidad del estado de Tlaxcala, inspirándose en su iconografía, el arte sacro y sus templos.

El costo total por tapete ronda los US$1,650 y para elaborarlos se emplean tres toneladas y media de arena, y siete de aserrín en cada calle.

La participación en esta tradición esta abierta a todo el mundo.

“La mano de obra es espontánea”  y “no hay preparación previa, nada más yo les digo cómo empezamos”, relata Pedro González Escamilla, maestro de educación primaria jubilado con 46 años de experiencia en la elaboración de tapetes.

La devoción a la Virgen queda de manifiesto en lo efímero del esfuerzo de los participantes en la monumental obra.

“Sabemos que dentro de unas horas ya no va a haber nada pero todo lo que hacemos lo hacemos con mucho cuidado”  declaró Pedro.

Fe

La patrona de Huamantla llegó a México desde España como Virgen de la Asunción pero fue bautizada como Virgen de la Caridad por la labor de un párroco, el padre Lechuga, que daba comida y ropa a los más necesitados.

Para engalanar a la Virgen es necesaria la intervención de 50 bordadoras y un trabajo diario de unos cuatro meses con hilo de oro y plata, explica la coordinadora de Equipos Litúrgicos Parroquiales de Huamantla, María Guadalupe Hernández Juárez.

Según el historiador local Carlos Cejudo, fue en 1941 cuando comenzó esta tradición que sólo contemplaba pequeñas alfombras en el atrio de la iglesia, aunque la devoción a la Virgen tiene varios siglos.

Con los años, se logró el permiso para alfombrar las calles que rodean al santuario y en la actualidad más de 30 vías son decoradas para que los miles de visitantes llegados de distintos puntos de México y el extranjero puedan disfrutar de esta vistosa tradición.

“Son tradiciones que no se deben perder”, señala Claudia Maricela López, originaria del estado norteño de Coahuila (fronterizo con Estados Unidos).

“Lo que me impresiona muchísimo son los colores; es algo que en Europa no tenemos, es muy bonito” añade una turista alemana.

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