Pero eso no impidió a los tres candidatos de Veracruz y los dos de Tamaulipas declararse victoriosos.
Al iniciar la contienda, el PRI controlaba nueve de 12 estados donde habría elecciones. En cinco de los 12 los priistas han gobernado 80 años ininterrumpidamente.
El número de estados que controle el partido de cara al 2018 tendrá un impacto importante en la cantidad de recursos que tenga y el número de votos que pueda reunir para la contienda presidencial.
El PRI perdió la presidencia en el 2000 por primera vez en 71 años, y la recuperó en el 2012. Pero el presidente Enrique Peña Nieto enfrenta bajos niveles de aprobación, intensa violencia por el narcotráfico en partes del país y lo que algunos ven como la falta de compromiso para combatir la corrupción.
El presidente de los priistas Manlio Fabio Beltrones dijo poco después de que concluyera la jornada electoral que las encuestas de salida mostraban buenos resultados en 11 estados.
La excepción era Puebla, donde parecía que el Partido Acción Nacional tenía una ventaja sustancial, aunque los resultados no eran todavía los oficiales.
Las encuestas de salida también mostraban ventaja del PRI en Sinaloa e Hidalgo.
Mientras, autoridades y líderes políticos reportaron incidentes aislados de violencia relacionada con las elecciones. En Veracruz, una alianza opositora se quejó de ataques contra sus miembros en siete municipios. Dijo que varios vehículos fueron quemados y que una oficina de un partido en Xalapa, la capital del estado, fue atacada con bombas incendiarias.
José Mancha Alarcón, dirigente estatal del Partido Acción Nacional, dijo que los atacantes irrumpieron en la casa del alcalde de Acajete y le prendieron fuego al inmueble.
En el municipio de Emiliano Zapata, cerca de Xalapa, una cabeza humana fue abandonada en un parque a pocos pasos de un centro de votación.
El secretario de Seguridad Pública del estado de Veracruz, Arturo Bermúdez, confirmó que el conductor de un legislador local fue secuestrado. El legislador es parte de la campaña a gobernador de la alianza opositora.
Varios votantes en Veracruz dijeron haber recibido mensajes de texto en sus celulares, amenazando a la gente para que no votara.
Al otro lado del país, en el estado de Sinaloa, en la costa del Pacífico, el diario mexicano “El Universal” informó que varios atacantes armados con palos y piedras dañaron decenas de autobuses que transportaban material de campaña.
el estado sureño de Oaxaca, una turba quemó algunas papeletas de votación y amenazó con evitar la apertura de centros de votación, mientras que en Zacatecas fue arrojada una bomba incendiaria contra la puerta del Congreso estatal.
También hubo elecciones en Baja California.
El candidato a alcalde en la ciudad fronteriza de Tijuana y ex jefe de seguridad Julián Leyzaola ha sido reconocido por calmar el derramamiento de sangre en la ciudad antes de hacer lo mismo en Ciudad Juárez, pero también ha sido criticado por su estrategia de mano dura.
En Juárez fue baleado y ya no puede caminar.
En la Ciudad de México, los votantes seleccionaban a 60 miembros de una asamblea constituyente que se encargará de escribir la Constitución de la capital.