Sobre las 20 horas locales (00H00 GMT), Elsa se encontraba a 165 km al suroeste de Tampa y se esperaba que se acercara o tocara la costa oeste de Florida el martes por la noche o el miércoles por la mañana, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Vientos máximos sostenidos de cerca de 120 km/h con ráfagas más fuertes, lluvias torrenciales y tornados eran posibles esta noche, según los meteorólogos.
En la parte noroeste de la península, el agua también podría subir hasta 1.5 metros debido a los vientos.
El aeropuerto de Tampa anunció la suspensión de vuelos comerciales desde las 17 horas locales y hasta al menos las 10 horas del miércoles.
La vicegobernadora de Florida, Jeanette Nuñez, exhortó a los habitantes del estado a aprovisionarse de agua y alimentos y prepararse para posibles cortes de electricidad durante unos días.
“Si hay órdenes de evacuación en su área, es por su propia seguridad, los condados abrirán centros de alojamiento de emergencia”, dijo en rueda de prensa.
Tras la muerte de tres personas en República Dominicana y Santa Lucía, la tormenta azotó a Cuba el lunes dejando fuertes lluvias a su paso pero sin causar grandes daños.
Elsa se había convertido el viernes en el primer huracán de la temporada en el Atlántico, categoría uno, y luego fue degradado a tormenta tropical el sábado después de debilitarse.
Más de cien mil personas fueron evacuadas de áreas costeras o bajas cuando la tormenta atravesó Cuba, donde se informaron vientos de hasta 100 km/h.
Una vez que llegue a la costa oeste de Florida, se espera que Elsa disminuya su potencia al adentrarse sobre Georgia y los estados de Carolina del Sur y del Norte.
109 aún desaparecidos en Surfside
El pasaje de Elsa por Florida se produce menos de dos semanas después de la tragedia de Surfside, una localidad a unos 20 km del centro de Miami donde un bloque residencial de 12 pisos colapsó parcialmente la madrugada del 24 de junio por causas que aún se investigan.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dijo a periodistas el martes por la tarde que el número de muertos aumentó a 36 con el hallazgo de otros cuatro cuerpos entre los escombros.
De los fallecidos, 29 fueron identificados, entre ellos un chileno, una uruguaya, un venezolano y una uruguaya-venezolana.
Levine Cava señaló que 109 personas aún figuraban como desaparecidas y que las autoridades habían podido confirmar que 70 estaban en el edificio de 12 pisos en el momento del derrumbe. Entre los afectados había muchos latinoamericanos de varios países.
“Sabemos que puede haber personas que se encontraban en el edificio y que nadie las haya reportado”, dijo la alcaldesa, asegurando que la policía “se asegurará de identificar correctamente quién estaba y quién no estaba en este edificio”.
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El jefe de bomberos de Miami-Dade, Alan Cominsky, dijo que la demolición el domingo por la noche de la parte del edificio que aún estaba en pie había permitido a los equipos de búsqueda expandir sus operaciones.
Más de 200 miembros de cuadrillas de rescate trabajaban sobre los restos del bloque residencial, de donde fueron removidas unas 2.500 toneladas de escombros, según las autoridades.
Las labores en el sitio solo fueron interrumpidas por un rayo.
“Estamos monitoreando de cerca el estado del tiempo”, señaló Levine Cava, destacando las “condiciones extremadamente adversas y desafiantes” en que trabajaban los rescatistas.
El alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo que ingenieros estaban llevando a cabo una “revisión estructural completa” de otros edificios altos en la ciudad, incluido Champlain Towers North, una torre de condominios “hermana” a la que se desplomó.
Las autoridades tienen “profundas preocupaciones sobre ese edificio” y algunos residentes se han mudado, indicó.