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Varios partidos políticos y organizaciones de la oposición condenaron este domingo la veintena de “detenciones ilegales” realizadas en las últimas horas, de personas acusadas de conspirar contra el Estado.
El Gobierno anunció las capturas, entre ellas el juez Ivickel Dabrésil, de la Corte de Casación, máxima instancia judicial del país, lo que avivó las protestas.
El ministro de Justicia, Rockefeller Vincent, acusó al juez de “hacer un complot para dar un golpe de Estado” para sacar del poder a Moise, quien defiende que su mandato dura un año más, hasta el 7 de febrero de 2022.
La oposición anunció en los últimos días que pretendía darle la Presidencia interina a un juez de la Corte de Casación, una vez que lograran que Moise renunciara al poder.
La divergencia de opiniones acerca del final del mandato de Moise se debe a un artículo de la Constitución que, según la óptica de los opositores, se puede aplicar debido a la anulación de las elecciones de 2015 y su repetición en 2016.