¿Cómo llegó toda esa ropa hasta ese lugar? es la pregunta más frecuente.
“El desierto de Atacama en Chile es el lugar más seco del mundo. Aquí solo hay arena, viento y… ¡¿ropa vieja?!”, dice un video de la agencia alemana Deutsche Welle.
De acuerdo con el sitio Business Insider, citando a la agencia AFP, se calcula que unas 39 mil toneladas de ropa que no se vende en Estados Unidos o Europa entran cada año a Chile, de las cuales 39 mil a 40 mil toneladas son trasladadas en forma clandestina al desierto.
De acuerdo con el reportaje efectuado por AFP, citado por el sitio, “el enorme montón de ropa se compone de prendas fabricadas en China y Bangladesh que llegan a tiendas de Estados Unidos, Europa y Asia. Cuando las prendas no se compran, se llevan al puerto chileno de Iquique para ser revendidas a otros países latinoamericanos”.
Un empleado de ese puerto reveló que, después de que esa ropa no se vende en ningún país latinoamericano, vuelve ahí para que sea desechada.
Después de ello, es llevada clandestinamente al desierto de Atacama, que actualmente tiene una parte de su extensión cubierta de ropa y telas viejas, en la localidad de Alto Hospicio.
Expertos dicen que el verdadero problema es que la ropa no es biodegradable, y además, contiene productos químicos, lo que es dañino para el medioambiente.
Dos datos alarmantes sobre este problema revela la publicación:
“En 2018, se descubrió que la industria de la moda (que consume este tipo de ropa) consume más energía que las industrias de la aviación y el transporte marítimo juntas.
Además, “los investigadores estiman que el equivalente a un camión de basura de ropa se quema y se envía a un vertedero cada segundo”.