Este miércoles las grandes potencias e Irán volvieron a negociar por séptimo día, mientras China pidió a ambas partes que cedieran.
“Hemos hecho importantes avances en los últimos días, pero lentamente“, dijo el ministro británico de Relaciones Exteriores, Philip Hammond, quien dijo que “cruzaba los dedos” por un éxito en las negociaciones, cuyos progresos habían sido “notorios.”
Rusia e Irán afirmaron a primera hora del miércoles que se habían hecho avances.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov dijo a medios rusos que las grandes potencias habían llegado a un “acuerdo de principio sobre todos los aspectos clave del acuerdo final.”
Pero el ministro chino de Relaciones Exteriores Wang Yi envió un comunicado a los periodistas diciendo que “todas las partes deben estar preparadas para ceder un poco para poder alcanzar un acuerdo.”
Las grandes potencias tratan de llegar a un acuerdo que sirva de base para un futuro pacto que contenga todos los detalles técnicos que se firmaría de aquí al 30 de junio, para impedir que Irán consiga hacerse con la bomba nuclear.
El interés es grande, con el miedo a que un fracaso pueda favorecer que Estados Unidos e Israel pasen a la acción militar para impedir la carrera nuclear iraní.
La Casa Blanca advirtió este martes de nuevo que una opción militar para privar a la república islámica de las armas nucleares seguía abierta.
Si Irán se niega a demostrarle al mundo que su programa nuclear es pacifíco “tendremos que dejar de lado la mesa de negociación y considerar qué otras opciones tenemos“, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.
Earnest afirmó que la opción militar seguía sobre la mesa.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores Mohamad Javad Zarif dijo que también esperaba poder establecer los principios de acuerdo el miércoles.
“Las soluciones están muy claras“, dijo a la televisión iraní, y aseguró que esperaba poder empezar a perfilar el acuerdo final.
Lavrov abandonó, junto a sus homólogos chino y francés, la ciudad suiza de Lausana, aunque el ministro francés, Laurent Fabius, dijo que volvería si fuera necesario.
– Cuestiones por resolver –
Con el acuerdo final, los países quieren que Irán rebaje la escala de su programa nuclear para asegurarle al mundo de que no podrá fabricar la bomba nuclear.
A cambio, la república islámica solicita que se levanten las sanciones internacionales que asfixian su economía desde hace años.
Pero la cuestión gira en torno a cuán detallado será el acuerdo de principio que se está negociando entre Irán y el grupo de los 5+1, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia) y Alemania.
Si no se consigue arrancar compromisos firmes por parte de Irán, Obama lo tendrá difícil para evitar que sus oponentes republicanos aprueben nuevas sanciones contra Teherán.
Los negociadores iraníes también tienen la presión de la línea dura de su parlamento para que no cedan mucho y del presidente Hasan Rohani, para que pueda cumplir su promesa del levantamiento de sanciones.
Los republicanos estadounidenses temen que, al ser probable que muchas de sus infraestructuras nucleares queden intactas, Irán siga siendo capaz de conseguir la bomba atómica, una preocupación compartida por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Netanyahu dijo el martes que el acuerdo que se estaba forjando en Lausana estaba “allanando el camino” de Irán para conseguir armas nucleares.
Algunas áreas del acuerdo, incluyendo el futuro límite de la capacidad de enriquecimiento del uranio, parecen estar atadas.
Pero ambas partes todavía parecen estar discutiendo otros puntos, incluyendo la retirada de sanciones, qué hacer con los almacenes de material nuclear de Irán y la duración del acuerdo.