“Nuestro reto hoy es construir sobre esos cimientos sólidos y fomentar un sentido de colaboración y de responsabilidad compartida en la planificación del futuro de nuestras parroquias”, precisó Francisco, que llegó a Filadelfia por la mañana procedente de Nueva York.
Francisco tiene previsto dar un discurso sobre libertad religiosa e inmigración por la tarde en el Independence Mall, ubicado en lo que se considera la cuna de Estados Unidos y lugar de la declaración de la independencia en 1776.
El plato fuerte de la jornada será su participación en el VII Encuentro Mundial de las Familias, en el Benjamin Franklin Parkway, donde se espera haya hasta 1,5 millones de personas.
El centro de Filadelfia, ciudad de la costa este a medio camino entre Nueva York y Washington, estaba completamente cerrado al tráfico desde la noche del viernes con militares y policías casi en cada esquina.
Sigue el fervor popular
Decenas de fieles pasaron la noche en la basílica para poder ver a Francisco, primer sumo pontífice del continente americano. “Quería ser parte de esta celebración de la familia”, dijo a la AFP Luis Ortiz, de 42 años y que llegó con sus once hijos.
Víctor Vega y Carmen Mora, que viajaron desde Costa Rica, esperan que “el papa interceda por nuestras necesidades” .
La defensa de una mayor presencia de los laicos en la Iglesia, “no significa renunciar a la autoridad espiritual que se nos ha confiado” , dejó en claro el sumo pontífice.
Para Francisco la misión de los laicos no es reemplazar a los sacerdotes y las mujeres no deben acceder al sacerdocio.
El papa se despedirá de Estado Unidos el domingo, con la misa de cierre del festival de las familias, y luego de reunirse por la mañana con los obispos estadounidenses y visitar un centro correccional para jóvenes de entre 18 y 21 años.
Baños de multitudes
Desde su llegada a Washington, que incluyó una visita el miércoles al presidente Barack Obama en la Casa Blanca y un inédito discurso el jueves ante las dos cámaras del Congreso, Francisco ha despertado una verdadera fiebre con multitudes que lo han seguido a cada lugar en el que estuvo.
El viernes, el papa conmovió y asombró a Nueva York en un inolvidable día que incluyó un baño de multitudes en Central Park, un fuerte mensaje en la ONU contra la opresión financiera al mundo en desarrollo y emotivas visitas al Memorial del 11 de Septiembre y una escuela.
Francisco se despidió de la Gran Manzana con una misa para 20.000 personas en el célebre Madison Square Garden en la que llamó a la esperanza y la solidaridad.
Tratado como una estrella de rock, el papa se ha mantenido firme en sus principios de humildad y cercanía con los sectores más vulnerables, despertando la admiración de responsables de todos los colores políticos, la prensa y hasta los no católicos.
Desde desplazarse en un pequeño Fiat 500 rechazando utilizar vehículos grandes o lujosos, almorzar con los sin techo en Washington o visitar a niños y familias inmigrantes en el barrio desfavorecido de Harlem en Nueva York, el mensaje ha sido el mismo.
#PopeinUS llega a Filadelfia y baja del auto para bendecir a un enfermo. http://t.co/vtPzVInj0T #PopeinPhilly pic.twitter.com/k22C8tOhmo
— ACI Prensa (@aciprensa) September 26, 2015