Internacional

Enrique y Meghan reconocen problemas como miembros de la familia real británica

Enrique, de 35 años, es desde hace tiempo objeto de rumores sobre unas relaciones cada vez más distantes con su hermano mayor Guillermo, de 37 años.

La duquesa de Sussex y su esposo, el príncipe Enrique, junto al príncipe Guillermo durante un acto militar en el palacio de Buckingham. Enrique reconoció que ha habido distanciamiento con su hermano. (Foto Prensa Libre: AFP)

La duquesa de Sussex y su esposo, el príncipe Enrique, junto al príncipe Guillermo durante un acto militar en el palacio de Buckingham. Enrique reconoció que ha habido distanciamiento con su hermano. (Foto Prensa Libre: AFP)

El príncipe Enrique y su esposa Meghan hablaron abiertamente en televisión sobre los problemas que atraviesan como miembros de la familia real británica, desde el distanciamiento con Guillermo hasta la dura presión a la que se sienten sometidos por la prensa.

En un documental rodado durante la reciente gira de la pareja por el África austral, y difundido el domingo 20 de octubre por la noche en el canal ITV, Enrique reconoció que “inevitablemente, pasan cosas” debido a la presión que imponen sus roles como miembros de la realeza.

“Somos hermanos. Siempre seremos hermanos. Seguimos sin duda por caminos diferentes en este momento, pero siempre estaré ahí para él, así como sé que él estará siempre ahí para mí”, agregó. “Como hermanos, ya saben, hay buenos días y malos días”.

Tras mudarse del palacio de Kensington, donde vivían con Guillermo y su esposa Catalina, Enrique y Meghan rompieron en junio con la fundación que compartían ambas parejas, lo que disparó la especulación sobre las tensiones entre los dos hijos del príncipe Carlos y la difunta Diana, alimentadas por una supuesta mala relación entre sus esposas.

Con lágrimas en los ojos, la exactriz estadounidense, duquesa de Sussex desde que se casó con Enrique en 2018, admitió en la misma entrevista, que este año fue “difícil” para ella, debido a la presión mediática en un momento en que se sentía “vulnerable” por su embarazo y el nacimiento de su hijo, Archie, hace seis meses.

“No hay mucha gente que haya preguntado cómo estaba yo”, lamentó Meghan, de 38 años, visiblemente afectada.

“Cuando conocí al que iba a ser mi marido, mis amigos estaban realmente contentos porque yo era feliz, pero mis amigos británicos me dijeron: ‘estoy seguro que es genial, pero no tendrías que hacerlo (casarse) porque los tabloides británicos destruirán tu vida’”, explicó.

La prensa británica ha destacado rumores sobre las diferencias que han distanciados a los príncipes Enrique y Guillermo del Reino Unido. (Foto Prensa Libe: AFP)

La pareja anunció a principios de mes que lanzaban una ofensiva judicial contra varios diarios sensacionalistas británicos por publicar sin autorización una carta de Meghan a su padre, con quien mantiene una mala relación, y haberlos sometido a presuntas escuchas telefónicas.

Tras su boda, la prensa británica había dado una muy buena acogida a Meghan, resaltando su espontaneidad y su sencilla desenvoltura, alabando su defensa de las mujeres y sus acciones caritativas con inmigrantes.

Pero la estadounidense fue después objeto de críticas por su supuesto comportamiento difícil tras una serie de dimisiones en el seno del personal de la casa real, hasta el punto de ser apodada la “duquesa caprichosa”.

A la defensiva

Primer miembro mestizo de la familia real británica, Meghan, que tiene entre sus ancestros a esclavos que trabajaban en las plantaciones de algodón de Georgia, fue también objeto de ataques en las redes sociales por sus raíces afroamericanas.

“Desgraciadamente, mi mujer se ha convertido en una de las últimas víctimas de la prensa sensacionalista británica que lleva a cabo campañas contra individuos sin pensar en las consecuencias”, había denunciado Enrique.

Aseguró que su esposa está siendo acosada por los medios como lo fue su madre, que murió en agosto de 1997 en un accidente de automóvil en París cuando era perseguida por un grupo de paparazzi.

El director del documental, Tom Bradby, relató al diario The Times haber encontrado a la pareja “maltrecha, un poco a la defensiva” y “a veces totalmente superada” por la presión.
Los lamentos de Enrique y Meghan, mientras visitaban un continente como África donde la vida no es fácil y cuando el Reino Unido se desgarra por el Brexit, les valieron fuertes críticas.

“Si la vida real es tan insoportable e intolerable, tal vez deberían renunciar a sus funciones”, afirmaba la periodista Jan Moir en el Daily Mail, mientras que su colega Camilla Tominey, del Daily Telegraph, señalaba que el 2019 empezaba a “parecer un annus horribilis” para la familia real, comparando el documental de ITV con una conmocionante entrevista que Diana dio la BBC en 1995, poco antes de su divorcio.

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