El Faro, un medio salvadoreño, documentó el testimonio de Manuel, quien vive en una zona que estaría controlada por la Mara Salvatrucha MS-13, con la que, según cuenta, nunca tuvo vínculos, ni participación alguna.
Los más de 20 días en que estuvo encerrado en el penal ahora son un episodio para su vida marcado por torturas y golpizas de las que fue testigo estando allí dentro.
“Nosotros mirábamos cuando sacaban los muertos de allí”, es una de las frases que transmiten lo que él vio estando dentro de la Mariona.
Y aunque fue liberado, su experiencia no terminó allí, pues un mes después se le detuvo y trasladó de nuevo a un centro de detención, pero fue puesto en libertad unas horas después.
Tras la vivencia, explica que hubo momentos en que escuchó cómo los gritos de los reclusos se ahogaban en sus celdas. No era sino hasta el día siguiente, que según dice, solo los sacaban y lo dejaban tendido en un patio. “… Y ahí pasaba casi todo el día fallecida -una persona-“, recuerda.
“Un día vimos a uno que en una silla de ruedas lo sacaron. Como a las 2 de la tarde lo llevaron de vuelta, pero ya esa persona ya no iba con vida”, asegura.
Siendo padre de familia, estando en prisión, Manuel tuvo temor de no volver a ver a su familia. “Ahí me entró ya una desesperación, porque decía, si vamos a estar aquí tanto tiempo, ¿cómo va hacer mi esposa con mis hijos, las deudas, cosas del banco…?”, dice.
En el video que publicó El Faro, se expone la contraparte del Régimen de Excepción que hasta ahora rebasa las 64 mil detenciones, superando incluso más del 1 por ciento del total de la población de El Salvador.
Así es como Manuel expone que ahora vive bajo el temor de ser apresado de nuevo, aunque sobre él no pesa ninguna acusación ni pertenece a ninguna pandilla.
El Faro detalló que en noviembre de 2022, el Comité Contra La Tortura de la ONU manifestó preocupación por la situación.
El comité aseguró que hay falta de información sobre investigaciones a miembros de los cuerpos de seguridad por sus actuaciones al detener a personas que no estarían vinculadas a grupos delictivos.
Recientemente, el 15 de febrero, El Faro también publicó la historia de José Alfredo Grande Martínez, un albañil que también fue detenido arbitrariamente y que pese a que la Policía lo aceptó, él sigue preso.
Los policías que los capturaron consignaron información falsa y omitieron datos, además de usar una fuente “no calificada”, según el artículo.