Elliott Abrams, un enviado de la Casa Blanca para Venezuela, dijo al diario en una entrevista: “No es una persecución (…) no estamos tras él, queremos que tenga una salida digna y que se vaya”.
El alto funcionario agregó que el mensaje para Maduro es: “No queremos procesarte y no queremos perseguirte. Queremos que dejes el poder”.
Esa postura de la Casa Blanca llega en medio de recientes contactos entre Estados Unidos y el régimen chavista.
“Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios” de la Casa Blanca, dijo el gobernante venezolano el 21 de agosto, y señaló que está “preparado siempre para dialogar”.
Pero Abrams tiene una lectura diferente.
“La noción de que estamos negociando es completamente equivocada (…) y la noción de que hay un patrón de contactos es equivocada. Ha habido mensajes intermitentes y creo que a la gente le parecería completamente predecible cómo es el mensaje muy ocasional desde Washington: ‘Necesitan regresar a ser un país democrático. Maduro necesita dejar el poder. No debe postularse en una elección. No retiraremos las sanciones hasta que esté fuera del gobierno'”, dijo Abrams al diario neoyorquino.
Washington ha impuesto sanciones a Caracas y puso entre los 10 prófugos más buscados por narcotráfico al alto dirigente chavista y expresidente Tareck El Aissami, pero descarta una intervención militar para derrumbar el régimen.
El 22 de agosto, el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, negó el 22 de agosto que haya intenciones de una intervención militar en Venezuela y dijo que la preocupación es apoyar la transición democrática una vez caiga Maduro, que asumió el poder en 2013 luego de la muerte del líder Hugo Chávez.
Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero en el último lustro ha sufrido una profunda crisis económica y social.
Naciones Unidas estima que uno de cada cuatro venezolanos, requiere de asistencia humanitaria, una muestra de ello es que la semana pasada la ONU solicitó recursos para brindar asistencia hasta final de año a 2.6 millones de venezolanos.
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