Mientras, el candidato del Partido Liberación Nacional, Antonio Álvarez Desanti, se asentó casi de forma definitiva en el tercer lugar con un 18,8 por ciento.
La participación fue del 66,12 por ciento y la abstención del 33,88 por ciento, de acuerdo a los datos electorales en base al 80,6 por ciento del escrutinio.
Los candidatos del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Piza, y el polémico abogado Juan Diego Castro, del Partido Integración Nacional, se estancaron en el cuarto y quinto lugar con un 16,09 y un 9,49 por ciento respectivamente.
Un total de 3,3 millones de costarricenses estaban convocados a las urnas para elegir al nuevo presidente, de entre 13 candidatos, y los 57 diputados del Congreso para el periodo 2018-2022.
Fabricio Alvarado
Fabricio Alvarado, de 43 años, ascendió de manera exponencial en las encuestas a partir del 9 de enero pasado cuando expresó una fuerte oposición a un criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que insta al Estado costarricense a aprobar el matrimonio homosexual y garantizar los derechos familiares a la comunidad sexualmente diversa.
Fabricio Alvarado enarboló la bandera de la religión y la defensa de la familia tradicional, y expuso su oposición a los programas de educación sexual en los centros educativos por considerar que promueven una “ideología de género”.
Antes de enero, Alvarado apenas aparecía en las encuestas, pero las cosas cambiaron radicalmente con la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando la campaña se centró en ese tema y apenas se discutieron asuntos económicos como el elevado déficit fiscal y la deuda.
Tras el criterio de la Corte, Fabricio Alvarado salió en defensa de “los valores y principios de Costa Rica” y de la familia tradicional, y anunció que en un Gobierno suyo desconocería al alto tribunal continental.
Casado y padre de dos niñas, ha reconocido que su postura fuerte contra el matrimonio gay y la institución defensora de los derechos humanos le catapultó hasta los primeros lugares de las encuestas, y puso en lo más alto a un partido que en su historia solo había logrado tres diputados en el Congreso.
“Hay un pueblo que no está contento con la manera en que la Corte Interamericana ha violentado nuestra soberanía y ha pasado por encima de nuestra institucionalidad”, afirmó Alvarado.
La experiencia política del candidato del evangélico partido Restauración Nacional se reduce a los 4 años como diputado en el actual periodo 2014-2018.
Carlos Alvarado
Alvarado, de 38 años, se presenta como una cara fresca y nueva, fue el ministro más joven del actual gabinete de Luis Guillermo Solís y sería, en caso de llegar al poder, uno de los presidentes con menos edad en el país.
El candidato se presentó como la mejor opción para la población joven y apostó por un cambio generacional que pueda profundizar los logrado por la administración Solís, la primera en la historia del PAC.
Su mayor logro en la función pública es haber participado como ministro de Desarrollo Humano (2014-2016) en el impulso del programa “Puente al Desarrollo”, que busca reducir la pobreza y la pobreza extrema con una atención personalizada y directa a las familias.
El aspirante levanta la bandera a favor del matrimonio homosexual y ha prometido respetar la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que emitió una opinión consultiva favorable al matrimonio gay y los derechos familiares de la población LGBTI.
Alvarado irá a la segunda ronda electoral tras alcanzar un 21,6 por ciento de los votos, contra el evangélico Partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, quien suma un 24,8 por ciento de los votos, con el 80,6 por ciento de las mesas escrutadas.
Carlos Alvarado no cuenta con una gran trayectoria política, pero milita en su partido desde que era un joven de 22 años, y se graduó de Ciencias Políticas y de Periodismo de la Universidad de Costa Rica.
En el 2014 Solís lo nombró primero ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, y luego ministro de Trabajo, lo que le consolidó como uno de los hombres de confianza del presidente en el primer gobierno del PAC, partido que rompió el bipartidismo de tres décadas.
A Alvarado en un principio no le favorecían los números en las encuestas, que lo ubicaban de quinto con solamente un 6 por ciento de intención de voto, pero tuvo un repunte en las últimas semanas.