La Policía, que en un principio mencionó la palabra “atentado” en sus mensajes a los periodistas, se ha retractado y espera ahora a la investigación preliminar para decidir la causa de la explosión.
Medios locales barajan la posibilidad de un fallo técnico en el autobús, que iba vacío, o la existencia de un pequeño artefacto en la parte posterior que afectó también al vehículo detrás.
También destacan que no hay señas de metralla, lo que suele caracterizar la presencia de un posible suicida.
La explosión que se registró en un autobús de Jerusalén se debió a la detonación de un artefacto en la parte posterior del vehículo, informó la Policía tras la investigación preliminar.
“De la verificación de los artificieros de la Policía se desprende que estalló un artefacto en la parte posterior del autobús que provocó heridas a la gente y el incendio en el autobús”, dice un comunicado de la Policía.
La nota no hace ninguna mención a los presuntos autores del ataque, que dejó un balance de 21 heridos, dos de ellos graves.
“Hay un autobús completamente quemado y un vehículo, hemos activado el protocolo de emergencia para sucesos con múltiples víctimas”, confirmó el director de este cuerpo médico, Shlomo Pretrover, en declaraciones al Canal 10.
El portavoz agregó que uno de los heridos está en estado grave, seis sufrieron heridas de carácter moderado y el resto leves.
La fuerte explosión se oyó en todo el sur de Jerusalén y Efe pudo constatar una columna de humo desde una distancia de al menos dos kilómetros, así como el paso de numerosas ambulancias.