Miko fue visto el viernes por residentes del barrio de Keuzberg, a varios kilómetros de donde el minino se había fugado, que lo llevaron a un refugio para animales donde, gracias a su chip de identificación, pudieron contactar a sus propietarios.
El sábado, acompañada de su padre y de su hermana Jennifer, Elena Hanke, que tenía 11 años cuando el gato blanco y negro desapareció en 2008, recuperó a su mascota.
Aunque “bastante flaco”, Miko fue examinado por el veterinario del refugio y su “estado de salud es bueno”, precisó la asociación.