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Ubicada en las montañas mexicanas, específicamente en el municipio Badiraguato, en el estado de Sinaloa, México, la mansión se destaca por encontrarse en la parte intermedia de un cerro y por sus colores vivos.
De acuerdo con reportes internacionales, la hacienda se conoció durante una gira por ese estado del actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En ese momento el líder político rompió su protocolo, salió de las filas de su equipo y fue a saludar a una mujer. Se trató de Consuelo Loera, madre del Chapo Guzmán.
Según los informes, la mansión solo la conocían los lugareños del lugar. Sin embargo, se presume que en la actualidad Consuelo no vive en la hacienda después de un ataque directo en contra del Cartel de Sinaloa, en 2016.
Debido a que la historia estuvo expuesta de forma pública, la impresionante residencia sigue llamando la atención de multitudes. La hacienda cuenta con acabados de lujo, plantas de varias especies que adornan la fachada principal y está ubicada en medio de hectáreas de árboles y colinas.
En la terraza se encuentran mesas y sillas de plástico, las cuales quedaron evidenciadas en varias entrevistas que Consuelo Loera ha brindado a los medios de comunicación estadounidenses. Algunos usuarios en las redes sociales han criticado los recursos del inmueble debido al poder adquisitivo del Chapo. Sin embargo, otros especulan que la hacienda cuenta con lo que le gusta a Consuelo y debido a ello, señalan que la residencia también incluye patios con pocas bancas de madera.
La capilla
Aunque para algunos la hacienda es impresionante y para otros solo es una residencia en sitio especial, lo que llamó la atención de multitudes fue la capilla que figura en ella.
De acuerdo con los reportes internacionales, el Chapo construyó una pequeña iglesia apostólica de la fe en Cristo Jesús, para que su madre permaneciera segura al momento de orar y, según un reportaje presentado en 2013 por Univisión, hubo una temporada en la que todos los domingos, de las diez de la mañana a la una de la tarde, los seguidores de la iglesia se congregaban bajo las órdenes de un pastor que vivía en la villa.
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La capilla de la hacienda, según Phoebe Eaton, periodista de investigación, reveló en su libro La historia secreta de EL CHAPO, el narco más notorio del mundo, que Consuelo Loera usaba el templo para pedir a Dios dos cosas: “la primera, que su hijo enderezara su camino, que buscara otra ocupación, y la segunda, para que los corazones del juez y el jurado sean conmovidos (antes del juicio del capo) y demostraran que Dios es misericordioso”.
