Miles de viviendas se quedaron sin electricidad en el norte y centro de California en medio de ráfagas de viento que en algunas zonas alcanzaron los 80 kilómetros por hora (50 millas por hora) .
También hubo un aumento en la cifra de accidentes viales debido a carreteras húmedas y resbaladizas.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió el jueves advertencias en los condados de Los Angeles y Ventura a medida que el mal clima se trasladaba hacia el sur.
La tormenta podría arrojar grandes cantidades de lluvia por la zona metropolitana de Los Ángeles para el final del día, vaticinó el meteorólogo Andrew Rorke del servicio nacional.
Las autoridades advirtieron a quienes deseen ir a la playa que las olas ascienden a dos metros y medio (8 pies) , hay corrientes peligrosas y existe la posibilidad de inundaciones.
Más al norte, se pronostica la llegada de nieve y lluvia en las montañas de la Sierra Nevada.
El sistema climático se irá rápidamente y para el fin de semana volverán los cielos despejados, pronosticaron los meteorólogos.
La lluvia en realidad es bienvenida, pues los últimos días han sido de un calor sin precedente.
El servicio meteorológico dijo que las temperaturas en Los Ángeles alcanzaron los 32 grados centígrados (90 grados Fahrenheit) el martes, superando el récord anterior de 31 grados centígrados (88 grados Fahrenheit) para esa fecha, fijado en 1977.
Phoenix alcanzó el miércoles la fecha más temprana con temperaturas de 32 grados centígrados (90 grados Fahrenheit), una semana antes que el récord previo.
La temperatura normal para Phoenix para estas fechas es de 22 grados centígrados (71 grados Fahrenheit) .