A esto se suma que se dieron varios casos de asfixia después de que las fuerzas de seguridad lanzaran gases lacrimógenos para tratar de acabar con el motín, en el marco del cual 10 agentes de prisiones han sido tomados como rehenes.
El Observatorio informó el domingo de que un líder tribal de la región visitó la cárcel para tratar de poner fin a la crisis y pidió a los reclusos que escribieran sus demandas para presentarlas ante las autoridades.
Según pudieron saber los activistas que integran la red del Observatorio, la respuesta de la presidencia siria a esas demandas fue la promesa de que no tomará represalias contra los amotinados y que estos serán indultados, si ponen fin a su rebelión ahora mismo.
Las autoridades se han comprometido a emitir un indulto especial, incluido para los acusados de terrorismo, en el plazo de un mes, y que los presos serán liberados por tandas, según los activistas.
Las fuerzas del régimen tienen rodeados los edificios donde se encuentran los presos y el pasado día 6 lanzaron un asalto contra uno de ellos al suspenderse las negociaciones.
Durante esta semana, al menos 46 reos han sido puestos en libertad en varias tandas, según el Observatorio.
La plataforma opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) advirtió el sábado del peligro de que los guardias cometan una “masacre” en la prisión de Hama.
La rebelión se originó por el retraso en el juicio de algunos detenidos y el traslado de algunos prisioneros a la cárcel de Seidnaya, al norte de Damasco.
La cárcel de Hama ha sido escenario en varias ocasiones de disturbios, uno de ellos el pasado agosto, cuando estalló un Cque finalmente fue sofocado por las fuerzas de seguridad.