“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, dijo el exlíder estudiantil cuando asumió el cargo en un inédito guiño a los pueblos originarios, que representan el 13 % de la población del país.
Con apenas 36 años, Boric se convirtió este viernes en el mandatario más joven de la historia chilena y el primero que no forma parte de los dos bloques que han gobernado el país desde el retorno a la democracia en 1990.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros”
El nuevo presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, le impuso la banda presidencial a un Boric sin corbata, visiblemente emocionado y que acudió a la investidura acompañado por su pareja, Irina Karamanos, tras desayunar horas antes con unos dirigentes sociales.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para estar a la altura de los desafíos que tenemos”, dijo el mandatario en unas breves declaraciones a los medios a su salida del Senado, ubicado en la costera ciudad de Valparaíso, 150 kilómetros al este de Santiago.
Posteriormente, se subió a un Ford Galaxie descapotable, conducido por una agente de Carabineros, en otra señal inequívoca de que el feminismo será un eje central de su Gobierno, el primero del continente con más mujeres que hombres.
En el auto le acompañaba además la nueva ministra del Interior, Izkia Siches, la primera mujer en la historia chilena en ocupar la poderosa cartera.
El gobernante se bajó del auto tras recorrer unos metros para saludar a la gente que le esperaba fuera del perímetro de seguridad y partió para la vecina Viña del Mar para almorzar con las delegaciones internacionales.
Tras el almuerzo, partirá a Santiago, donde recorrerá subido en el descapotable algunas calles céntricas hasta llegar a La Moneda, sede del Ejecutivo, para pronunciar su primer discurso oficial como presidente.
“Es un cambio de mando ciudadano, un día histórico. Estamos en medio de un proceso constituyente y (este es) un Gobierno que plantea transformaciones profundas, paso a paso, pero profundas”, subrayó a Efe la nueva vocera del Gobierno, Camila Vallejo.
Defensor del proceso constituyente en el que está inmerso el país para enterrar la actual Constitución, heredada de la dictadura y de corte neoliberal, Boric ha prometido una profunda agenda de reformas para construir un modelo parecido al europeo.
“Nueva izquierda”
A la toma de posesión acudieron los presidentes de Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina, República Dominicana, Paraguay y Bolivia, mientras que Estados Unidos, en plena guerra de Ucrania, envió a su encargada para las pequeñas y medianas empresas.
“Chile es un país tradicionalmente hermano de buenas relaciones con Ecuador desde siempre y teníamos que estar presentes para felicitar al presidente Boric y desearle mucho éxito en su gestión”, indicó el mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso.
En representación de España, acudió el rey Felipe VI, acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, quien en declaraciones a Efe aseguró que con la llegada de Boric “la historia se reconcilia con Chile y abre las puertas a un nuevo futuro”.
“Un proyecto de país amplio, feminista, con mayoría de mujeres, plural, ecologista, que da el protagonismo a los jóvenes”, agregó Díaz.
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Además de las delegaciones internacionales, Boric extendió invitaciones personales a un puñado de personalidades nacionales e internacionales, entre las que se estaba Gustavo Gatica, el joven que se quedó ciego en la ola de protestas de 2019 y se convirtió en todo un símbolo de la violencia policial.
También acudió a la ceremonia la escritora nicaragüense Gioconda Belli, una de las principales opositoras al régimen de Daniel Ortega.
“Tengo enorme esperanza de que esta nueva izquierda se convierta en una nueva alternativa en América Latina”, indicó a Efe la antigua guerrillera sandinista.