Giulia se formó en la Academia de las Fuerzas Aéreas de Pozzuoli, en la provincia de Nápoles, la joven es conocida por denunciar los acosos, abusos y novatadas sufridos durante su “bautismo de vuelo”, una especie de ceremonia que pone fin al curso de formación de pilotos.
Tras la denuncia, Giulia es expulsada de la Academia y perdió la oportunidad de realizar el sueño de su vida: convertirse en piloto de la Fuerza Aérea. Sin embargo, no se ha rendido y emprendió una batalla legal contra los instructores y de la violencia que sufrió.
Con el conflicto de la invasión rusa en Ucrania, Schiff decidió dar seguimiento al juramento que hizo al unirse al ejército, interrumpido por la expulsión, pero con la moral sólida y partió hacia el frente ucraniano.
Giulia, de 23 años, se convirtió recientemente en la única mujer en formar parte de la legión extranjera intervenida en apoyo del ejército del presidente Volodymyr Zelenskiy, luego de una convocatoria para que voluntarios puedan unirse a Ucrania y defender al país contra la invasión rusa.