En una reciente publicación del diario digital ElFaro.net aparecen dos destacados dirigentes de Arena: el diputado Ernesto Muyshondt y el alcalde Salvador Ruano, en una reunión con jefes de las pandillas o maras, que habría tenido lugar en el 2014, en medio de la campaña presidencial que se desarrollaba entonces.
Arena ha justificado esas reuniones al decir que pretendrían neutralizar a los pandilleros para que no actuaran contra las elecciones ni contra Arena.
“En sus declaraciones el diputado Ernesto Muyshondt compromete a su partido señalando que cumplía una misión encomendada por la dirigencia y en las conversaciones se menciona la entrega de dinero de Arena a las pandillas”, dice el comunicado del gobierno.
También menciona un compromiso de Arena con los pandilleros de cerrar el penal de máxima seguridad ubicado en la ciudad de Zacatecoluca e indica que “estos compromisos asumidos por los delegados de Arena con criminales son a cambio de votos e, incluso, consultan con las pandillas el nombramiento del titular del Ministerio de Justicia y Seguridad”.
Por lo tanto, el gobierno le demandó a la Fiscalía General “una investigación de oficio siendo hechos públicamente aceptados, así como para establecer si la actual alza de la criminalidad corresponde a negociaciones y acuerdos entre dirigentes de este partido con los grupos criminales, nuevamente con fines de desestabilización y electorales”.
El Salvador, según datos oficiales, es uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de 104 por cada cien mil habitantes en el 2015.
Iglesia llama a enfrentar la violencia
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, ante la violencia homicida con signos de epidemia que vive ese país centroamericano demandó a todos los sectores trabajar por construir la paz.
“La violencia es como una epidemia que debe atenderse con prontitud”, exclamó el arzobispo durante la misa dominical celebrada en la céntrica catedral de la capital salvadoreña.
Para el religioso “el país se desangra, el país muere por la violencia de las pandillas a la que se la dado un tratamiento “inadecuado por décadas” desde que comenzó.
En lo que va de este año, según estadísticas oficiales, el país acumula un poco más de 1.600 homicidios, por lo que el promedio de muertes violentas por día es de 23.