La fuerza trinacional estará conformada por policías y militares que actuarán en sus respectivos países coordinados con equipos de comunicación para enfrentar la presencia de grupos criminales e intercambiar información.
Los presidentes indicaron en una declaración que la fuerza permitirá “reforzar la coordinación política, técnica y operativa” para hacerle frente al “accionar de las pandillas y del crimen transnacional organizado”.
El salvadoreño Sánchez Cerén advirtió que la fuerza trinacional “permitirá seguridad para nuestros pueblos” y es un compromiso de los presidentes hacer del llamado Triángulo Norte de Centroamérica “un lugar de paz”.
El ministro hondureño de Seguridad, Julián Pacheco, señaló que las operaciones de las bandas criminales rebasan las capacidad instaladas de los recursos de los Estados y las medidas aisladas se ven poco efectivas, por lo que tienen que responder a una estrategia conjunta respetuosa de las normas internacionales.
La ceremonia de instalación de la fuerza tuvo lugar en un campo de fútbol en la ciudad hondureña de Ocotepeque, cerca del punto de convergencia de las tres fronteras, con la presencia de autoridades de seguridad e integrantes de las fuerzas militares y policiales.
Guatemala, El Salvador y Honduras conforman una las regiones sin guerra más violentas del mundo, tanto que en el 2015 se registraron entre los tres 17 mil 422 homicidios.
La violencia es atribuida a más de 70 mil integrantes de pandillas y al nacotráfico que utiliza a los tres países como puente para abastecer el mercado estadounidense desde las regiones productores de Sudamérica.