A estas horas en muchos cajeros de Atenas se habían formado ya algunas colas a la espera de su apertura.
El ministro de Protección Ciudadana, Yanis Panusis, ha pedido a la población que mantenga la “paz” y la “calma” ante el cierre de los bancos.
“En estos momentos difíciles que atraviesa el pueblo griego por errores del pasado, la Policía griega se mantendrá a su lado, para servirle y protegerle, con el único propósito de proteger la paz civil y la expresión democrática de los votantes en libertad y seguridad”, dijo Panusis en un comunicado.
A lo largo del día, varios ministerios han ido publicando documentación con información sobre la imposición del control de capitales.
Además, el Gobierno ha anunciado que los viajes en transporte urbano serán gratuitos en Atenas durante esta semana en la que estará vigente el corralito.
El decreto precisa que se mantiene abierta la posibilidad de pagar con tarjeta así como todas las transacciones nacionales por internet.
Los pagos al extranjero, en cambio, quedan limitados a las necesidades urgentes, como el abono de facturas médicas o la compra de medicamentos.
Para examinar las transacciones permitidas fuera de Grecia, se creará una comisión que dará el visto bueno a cada operación.
Las medidas no se aplican a los turistas, quienes pueden realizar transacciones y retiradas de dinero utilizando las tarjetas de crédito o débito emitidas en sus países de origen.
El decreto excluye de las restricciones el pago de las pensiones, pues el corralito tiene lugar el día en que la mayoría de los jubilados debe cobrar su pensión.
Según fuentes del Ministerio de Finanzas, a lo largo de la jornada se anunciarán las sucursales que abrirán con el único cometido de facilitar el cobro a los pensionistas.
En algunos bancos jubilados esperaban a poder recibir información sobre el cobro de sus pensiones que, según el decreto, están exceptuadas de estas limitaciones.
Muchos pensionistas en Grecia no tienen tarjetas de crédito o débito y dependen exclusivamente de sus cartillas, por lo que el cierre bancario supone un golpe especialmente fuerte para este colectivo.
El Gobierno griego decidió imponer el corralito, según afirmó el primer ministro, Alexis Tsipras, para evitar la fuga masiva de depósitos tras la decisión del Banco Central Europeo de no elevar los préstamos de emergencia a los bancos.