En tanto, el EI informó en un comunicado de que el ataque fue llevado a cabo por un terrorista suicida, de nacionalidad iraquí, que hizo estallar un vehículo cargado con tres toneladas de explosivos.
El grupo aseguró que la operación acabó con la vida de 180 milicianos chiíes, que estaban congregados cerca de la mezquita de Al Rasul Al Aadam, y causó también una gran destrucción en la zona.
Mientras, una fuente de seguridad en Bagdad aseguró que la gran mayoría de los fallecidos son civiles, los cuales estaban efectuando sus compras en ese mercado, en un momento de gran afluencia por el final del mes sagrado del ramadán.
Terror
La fuente situó el saldo de muertos en 44 y los heridos en 80, destacando que esta cifra es preliminar y que está previsto que aumente en las próximas horas por la gravedad de la explosión, que dejó un gran cráter en el suelo.
Por aparte, Muzanna al Tamimi, gobernador de la provincia de Diyala, donde tuvo lugar el atentado, declaró tres días de luto y suspendió todas las celebraciones del Aid al Fitr, festividad con la que culmina el Ramadán.
El atentado se registró a pesar de las medidas de seguridad, que fueron reforzadas con motivo de esta celebración religiosa, durante la cual las familias acuden a plazas, parques y mercados, para comprar dulces y regalos, especialmente por la noche.
Jan Beni Said se encuentra a 50 kilómetros al sur de la localidad de Baquba, capital provincial de Diyala, y su población es mayoritariamente chií, rama del islam que suele ser blanco de los atentados perpetrados por grupos suníes radicales como el EI.
Irak está librando una cruenta guerra contra este grupo, el cual conquistó amplias zonas del país en junio de 2014, cuando proclamó el califato en las zonas bajo su dominio, tanto en territorio iraquí como en Siria.