El auto fue hallado debajo de un viaducto del Arco Metropolitano, a la entrada de Nova Iguau, municipio colindante a Río de Janeiro, y en su interior había un cuerpo sin vida también quemado, según señaló la Policía Civil de Río de Janeiro.
“No puedo confirmarlo categóricamente, pues el vehículo estaba calcinado. Puedo confirmar que tiene las mismas características, que era el mismo modelo y tenía la misma matrícula que la del carro alquilado por el embajador”, dijo el delegado Evaristo Pontes, de la Unidad de Homicidios de la Baixada Fluminense (DHBF).
Pontes, citado por la estatal Agencia Brasil, manifestó que ahora van a realizar las pericias técnicas pertinentes “para saber si el cuerpo era el del embajador”.
Amiridis, de 59 años, fue visto por última vez en la zona el lunes y su paradero es desconocido desde entonces, según una denuncia recibida hoy por la Policía Civil del estado de Río de Janeiro.
El caso de desaparición fue asumido por una comisaría especializada de la Policía Civil en la Baixada Fluminense, una zona deprimida integrada por varios barrios vecinos a Río, en donde se concentran las búsquedas, informó la dirección del organismo.
El diplomático, que fue cónsul de Grecia en Río de Janeiro entre el 2001 y el 2004 y había asumido como embajador en Brasilia a comienzos del 2016, pasaba en la ciudad sus vacaciones de final de año y solo era esperado de regreso en la embajada el 9 de enero.
Ni la embajada de Brasilia en Grecia ni el consulado en Río de Janeiro han dado informaciones sobre la desaparición.
Amiridis, un abogado formado en la Universidad de Aristóteles de Tesalónica, acostumbra a pasar algunas temporadas en Río de Janeiro, en donde su familia tiene una residencia.
El letrado comenzó su carrera diplomática en 1985 y antes de asumir como embajador en Brasilia fue titular en Libia entre el 2012 y el 2016.