“Las primeras investigaciones científicas permiten pensar, a la espera de los resultados de la autopsia […], que estos niños nacieron vivos”, explicó el jueves la fiscal Peyrefitte en una conferencia de prensa.
“A esta altura de la investigación, la encausada indica en sus primeras declaraciones que en todas las ocasiones dio a luz en su antiguo domicilio […] sola, en fechas que sitúa en 1998, 1999 y 2003”.
Justo después de los nacimientos, la madre habría procedido “con el mismo método operativo: ahogar a los recién nacidos con un cojín antes de envolverlos en una bolsa de plástico y meterlos en el congelador”, añadió la fiscal.
Según los primeros elementos de la investigación, los tres niños serían fruto de una relación con un hombre al que conoció en el ámbito profesional, que “habría ignorado los sucesivos estados de embarazo de la interesada, un estado que tampoco habrían detectado en su entorno”.