A las 15 GMT, Blanca se encontraba prácticamente estacionado a 675 km al suroeste del balneario mexicano de Zihuatanejo (sur) y a 735 km al sur del puerto de Manzanillo, según el reporte.
Los pronósticos apuntan que el fenómeno podría tocar tierra la noche del domingo a lunes en la porción sur de la península de Baja California (noroeste de México), pero ya debilitado a tormenta tropical.
En Cabo San Lucas, balneario localizado en el estado de Baja California Sur y que podría ser afectado por el fenómeno, las autoridades locales declararon la “alerta verde” y mantienen una estrecha vigilancia del avance de Blanca.
“Se le dará un seguimiento permanente para mantener informada a la población sobre las acciones que se deben desarrollar en caso de que se acerque a costas locales”, dijo a la prensa Gregorio Pérez, coordinador de Protección Civil de Cabo San Lucas.
En septiembre pasado, el balneario de Los Cabos, con unos 240.000 habitantes y destino frecuente de turistas estadounidenses, sufrió el embate del huracán Odile, que dejó seis muertos y millonarias pérdidas materiales.
El Servicio Metereológico de México pronosticó de su lado fuertes lluvias en los estados Jalisco, Michoacán (oeste) y Guerrero (sur), en la costa del Pacífico.
El fenómeno se formó el lunes como tormenta tropical y la tarde del martes se intensificó a huracán, siendo el segundo de la temporada en el Pacífico después de Andrés, ya degradado a tormenta tropical y a más de 1.600 km de la costa mexicana.