La polémica concentración se organizó en protesta por la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense, y que ya generó choques violentos el viernes.
Entre los manifestantes, algunos de los cuales portaban esvásticas nazis, se encontraba el exlíder del Ku Klux Klan David Duker.
La manifestación ha sido descrita como “el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en Estados Unidos” , según el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial.
Palabras polémicas
Políticos criticaron las declaraciones del presidente Donald Trump sobre la violencia en Virginia. El mandatario dijo que “muchos bandos” tenían la culpa.
“Señor presidente: Hay que llamar a la maldad por su nombre. Estos eran supremacistas blancos y esto fue terrorismo“, tuiteó por aparte el senador por Colorado Cory Gardner, republicano.
“Es muy importante para el país que el presidente describa los eventos en Charlottesville como lo que son: un ataque terrorista de supremacistas blancos”, expresó el senador republicano por Florida Marco Rubio.
“El presidente tiene que pronunciarse sobre el tóxico resurgimiento de los supremacistas. No hay aquí ’muchos bandos’. Están el bien y el mal”, opinó el representante demócrata Adam Schiff.
Para otros activistas, la postura de Trump no es contundente y carece de fuerza.
“Como dijo el presidente Trump, tenemos que unirnos como estadounidenses con amor hacia nuestra nación y genuino afecto entre nosotros”, dijo por aparte el vicepresidente Mike Pence, por Twitter.
“Los comentarios del presidente ” fueron buenos, no nos atacó, sólo dijo que el país debe estar unido, no dijo nada específico en contra de nosotros”, se justificó el website Daily Stormer, de los supremacistas blancos.