Las autoridades de EE. UU. identificaron hoy a los dos hombres que murieron en un tiroteo con la policía cuando presuntamente trataban de atentar contra un centro cultural de la localidad texana de Garland donde se exhibe una exposición de caricaturas de Mahoma.
Se trata de Elton Simpson, de 30 años, quien hace cinco años fue detenido cuando trataba de viajar a África para unirse presuntamente a un grupo yihadista, y de Nadir Soofy, de 34 años, los cuales compartían vivienda en Phoenix (Arizona), según medios locales.
La identificación de Soofy fue confirmada a The Washington Post por fuentes policiales, mientras que la de Simpson fue anunciada horas antes por la cadena ABC, que citó también a la Policía.
El portavoz del Departamento de Policía de Garland, Joe Harn, dijo a medios locales que los dos hombres tenían como objetivo llegar al interior del Centro Curtis Culwell y abrir fuego contra las cerca de 200 personas que estaban visitando la exhibición de caricaturas el domingo por la tarde.
Los dos hombres, armados con rifles de asalto, abrieron fuego contra los policías que custodiaban el lugar, que a su vez dispararon contra ellos y les dieron muerte.
“Esos hombres murieron ahí, en la calle, al lado del vehículo”, explicó Harn en una rueda de prensa.
Agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), registraron hoy de madrugada con la ayuda de un robot el domicilio de Simpson y Soofy en Phoenix.
Los equipos de desactivación de explosivos también registraron el vehículo con el que los dos asaltantes llegaron al Centro Curtis Culwell en busca de una bomba, pero tan solo encontraron más munición para los rifles de asalto y equipaje.
Según fuentes del FBI citadas por el “The Washington Post”, los atacantes “no estaban directamente vinculados con ningún grupo terrorista de ámbito internacional”.
Se supo que los dos hombres abatidos el domingo compartían una vivienda en Phoenix, Arizona.
No hay justificación
El ataque armado contra la exposición de caricaturas sobre el profeta Mahoma no tiene justificación, afirmó este lunes el vocero de la Casa Blanca.
“No hay ninguna forma de expresión que justifique un acto de violencia”, dijo el portavoz Josh Earnest, en la primera reacción de la Presidencia estadounidense sobre el episodio.
La policía utilizó un robot para abrir el vehículo en que los dos atacantes llegaron al local, pero no hallaron explosivos. Las investigaciones ahora se concentran en eventuales nexos de esas dos personas con grupos de apoyo a redes islamistas en el exterior.