El religioso hizo un llamamiento a estas estructuras a parar las amenazas que generan el desplazamiento interno de poblaciones y a “permitir el libre tránsito de personas” en todo el país.
Gómez también pidió a las pandillas “gestos concretos” que lleven al “cese de las hostilidades”, como la “baja en los homicidios”.
Estas peticiones se dieron en el marco de una marcha de miembros de estas iglesias, a la que se esperaba la asistencia de familiares de pandilleros y que, según Gómez, “fue boicoteada” por el Gobierno con bloqueos policiales en las carreteras, que no permitieron el ingreso de los autobuses con manifestantes a la capital.
La manifestación, que salió de tres puntos diferentes de San Salvador, fue integrada por unas 200 personas.
El obispo luterano señaló que la intención de la IPAZ es “dialogar” con los familiares de los pandilleros para que convenzan a estos de “dejar la violencia y reinsertarse a la sociedad”.
No obstante, destacó que el primer paso para una pacificación lo debe dar el Gobierno que, hasta ahora, “ha lanzado oposición a nuestra propuesta de diálogo”.
Explicó que ellos no pretenden iniciar un proceso similar a la tregua entre las pandillas, iniciada en marzo del 2012, supuestamente propiciada por el gobierno del experiodista Mauricio Funes, durante la cual se redujeron los asesinatos de un promedio de 14 a 5 diarios.
“No es una nueva tregua, porque esta (tregua) fue un plan del Gobierno que no fue claro, honesto y transparente”, acusó Gómez.
Por su parte, el comisionado de la Policía Nacional Civil (PNC) Bonilla Pérez aseguró que este cuerpo de seguridad no obstaculizó la entrada de los asistentes.
No obstante señaló que muchos de estos, incluidos los chóferes, no poseían documentos de identificación.
EFE pudo constatar la retención de dos hombres que, según un agente de la PNC eran “supuestos extorsionistas y pandilleros” que buscaban “esconderse en la marcha”.
Vinculan a pastor
En tanto, un pastor evangélico que la Fiscalía General de la República vincula con las estructuras criminales de las pandillas fue apresado este martes y será procesado por pertenecer a organizaciones terroristas.
La Unidad de Vida de la Fiscalía informó que ordenó la captura del pastor evangélico Pedro Antonio Jiménez De León y 28 presuntos pandilleros de la Mara Salvatrucha, quienes operaban en el centro histórico de la capital salvadoreña.
Aparentando “ser pastores evangélicos realizaban cultos en cada cuadra con la finalidad de recoger la renta simulando una ofrenda” de los comerciantes de la zona, dijo la fiscalía.
Un fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia afirma que las pandillas y quienes las apoyan y financian son terroristas y los tribunales de justicia podrán imponer a los pandilleros penas severas de hasta 60 años de cárcel.
Por eso, los capturados serán procesados por pertenecer a organizaciones terroristas y extorsión.
Según la fiscalía, esta estructura de pandilleros tenías sus propios vigilantes de seguridad privada con la finalidad de mantener el control de los comerciantes y dar falsa información a la policía cuando ocurren homicidios, y además han estado utilizando la cobertura de supuestos rescatistas para movilizarse libremente por la zona y mantener vigilancia sobre la presencia policial y pandilleros contrarios.
Unidades de la Policía allanaron la vivienda del pastor donde dicen haber encontrado dos armas de fuego, que se presume eran de las pandillas.
Se investigará si han sido utilizadas para cometer delitos. En el centro histórico de la capital operan las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dos de los grupos criminales más temidos en el país, que se han dividido el territorio para extorsionar los comerciantes de la zona y nadie puede trabajar en el lugar sin el permiso de ellos.
En algunos delitos contemplados en la Ley Especial Contra Actos de Terrorismo, se podría aumentar hasta en una tercera parte del máximo señalado.
En El Salvador las pandillas establecidas en populosos barrios y comunidades están integradas por más de 70 mil jóvenes y adultos.
Más de 13 mil están presos y según las autoridades están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.