Esa otra propuesta, por tanto, cumplía con solo dos de los “cuatro pilares” que Trump había exigido para que cualquier proyecto reciba el apoyo de la Casa Blanca.
Los otros dos -no incluidos en el pacto- eran cancelar la “lotería de visados”, que asigna 50 mil permisos de trabajo y residencia al año a ciudadanos de países con bajas tasas de migración a EE. UU.; y terminar con el actual sistema de reagrupación familiar, conocido por sus detractores como “migración en cadena”.
En el debate de este jueves, el Senado también rechazó otras dos enmiendas que proponían diferentes soluciones para cambiar el sistema migratorio.
El rechazo del Senado a todas las propuestas migratorias devuelve las negociaciones, que han durado meses, al comienzo y, sobre todo, siembra dudas sobre la capacidad del Senado para encontrar una solución para “soñadores”, a los que se les está acabando el tiempo.
Las peticiones de Trump para reducir los niveles de inmigración legal a EE. UU. han complicado el debate.
Además, el tiempo se acaba para los legisladores, puesto que el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ha dicho que el debate migratorio debe concluir esta misma semana.