La fiscalía francesa interrogó a cerca de cien testigos, y ahora se abre una fase de “investigaciones más profundas, con análisis más detallados” aseguró el texto del fiscal Remy Heitz.
En abril último un portavoz de la empresa que participaba en los trabajos de restauración, y que levantó el andamio que cubría el tejado de Notre Dame, Le Bras Freres, reconoció que algunos trabajadores fumaban en la obra ocasionalmente.
El incendio del 15 de abril pasado redujo a cenizas el entramado de madera que soportaba el tejado de la catedral, una obra maestra de la arquitectura religiosa.
Dos meses después de ser devastada por el fuego, Notre Dame acogió este sábado 15 de junio su primera misa en condiciones aún muy precarias, que obligaron a la treintena de participantes a llevar cascos de obra por el riesgo de desprendimientos.
“La catedral de Notre Dame nació de la fe de nuestros ancestros (…), y en particular de la ternura de los cristianos hacia la Virgen”, dijo en esa ocasión el arzobispo Aupetit en la homilía de la eucaristía.
Pese a la celebración de esta primera eucaristía, Notre Dame está lejos aún de recuperarse. Habrá que limpiar el barrio y la catedral contaminados por el plomo que recubría la cubierta y la aguja de Viollet-le-Duc y que se fundió por las llamas que llegaron a alcanzar los 800 grados de temperatura.