Los escándalos sexuales y juicios pendientes con la justicia de Berlusconi —con una fortuna de
US$6 mil 500 millones— son indudablemente la causa de la tensión política que vive ese país europeo, según analistas.
El agresor se acercó al magnate de las comunicaciones mientras este firmaba autógrafos y saludaba a la multitud, y le lanzó el objeto contundente a la cara.
La miniatura del Duomo de Milán era de un material duro y cortante, por lo que se convirtió en un arma peligrosa. El magnate de las comunicaciones, que estuvo hospitalizado cinco días, sufrió cortes en los labios, fractura del tabique nasal y de dos dientes.
Tartaglia, de 42 años, quien fue detenido de inmediato, no tenía antecedentes penales, pero, según familiares, llevaba 10 años en tratamiento psiquiátrico. El agresor confesó haber actuado solo. Su móvil: el profundo disenso político con Berlusconi y el odio hacia el primer ministro.
El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, que estaba con Berlusconi y presenció los hechos, expresó: “Si no se acaba esta campaña de odio, las consecuencias pueden ser inimaginables”.
La Russa aludió al clima de tensión que se vive en Italia, desde hace meses, con un país muy polarizado sobre el primer ministro. Hace poco más de una semana, por ejemplo, una gran manifestación en Roma exigió su dimisión debido a sus problemas con la justicia, su prepotencia y su desprecio público a algunas instituciones del Estado.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, hizo otro llamado a la calma. Instó a poner fin a la “exasperación peligrosa de la polémica política” y advirtió de que debe impedirse “que renazcan formas de violencia que Italia ya ha conocido y pagado”. Napolitano no es el primero que evoca los años 70 y 80 del siglo XX, cuando el terrorismo de extrema izquierda y de ultraderecha ensangrentó ese país.
Antonio Di Pietro, líder de Italia de los Valores, insistió en que el Gobierno creó un “clima de alarma social”.
“El clima político no es malo, es repugnante”, aseguró el experto en asuntos de terrorismo italiano Giovanni Fasanella.
El experto considera “alarmante” que durante la misma noche de la agresión a Berlusconi se haya formado en Facebook un grupo de 50 mil personas que simpatizaban con el gesto del agresor.
Fasanella mencionó también como revelador un sondeo que sostiene que dos italianos sobre 10 justifican el ataque por las continuas “provocaciones” de Berlusconi.
Otro susto
En el 2004 un hombre le golpeó con el trípode de la máquina fotográfica, en la plaza Navona de Roma.
La tensión es tan alta que el Gobierno examina la posibilidad de cerrar las páginas de Internet que “incitan a la violencia” y de limitar las manifestaciones públicas, lo que suscita preocupación por las garantías a las libertades.
Casos Faldas y juicios
Analistas culpan a Berlusconi.
? Politólogos creen que el enfrentamiento en Italia se debe los escándalos sexuales, denuncias de la mafia y juicios que involucran al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, de 73 años.
? En abril último, Berlusconi escandalizó a su país por la presunta relación amorosa con Noemi Letizia, 18.
? En esa fecha presentó como candidatas por su partido a las elecciones europeas a bellas azafatas de televisión. Por esa decisión, su esposa, Veronica Lario, 54, le pidió de inmediato el divorcio.
? Organizó concurridas fiestas en una de sus mansiones, Villa Certosa, en Cerdeña, con varias jóvenes en top-less, en bikini en yate y hasta al ex primer ministro checo Mirek Topolanek desnudo al borde de la piscina.
? Entre las chicas estaba la prostituta Patrizia D’Addario, 42, que escribió un libro Disfrute Presidente, que describe las intimidades que pasó con Berlusconi.
? Poco después Berlusconi perdió su inmunidad judicial, tras un fallo del Tribunal Constitucional, lo que dio paso a que se reanudaran dos de los cuatro procesos judiciales en los que Berlusconi se ha visto implicado y que permanecían suspendidos.
? Ante esta encrucijada, Berlusconi puso su maquinaria en marcha y presentó un nuevo proyecto de ley que, de ser aprobado, podría beneficiar al primer ministro.
